MONTAKIT FUENLABRADA

Néstor 'Che' García: "Lo que estoy viviendo es un sueño"

El entrenador del Fuenlabrada está "contentísimo" por cómo le está yendo en sus primeros meses en la Liga Endesa: "Hay mucho esfuerzo".

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Néstor 'Che' García
Pepe Andrés DIARIO AS

Néstor García, apodado 'El Che', está viviendo una temporada de ensueño en Montakit Fuenlabrada. Es su primera experiencia en Europa como entrenador y está llevando a los madrileños a un nuevo nivel. De primeras, a que estos se clasifiquen de nuevo para la Copa del Rey.

El técnico argentino desgrana cuáles están siendo las claves del mejor inicio de la historia del club y cómo lo está viviendo él desde el banquillo.

-¡Felicidades por el rumbo de este Montakit Fuenlabrada! ¿Cómo ha visto este gran inicio de temporada de los suyos?

Bien. Estoy muy feliz, muy contento con todo lo que han hecho los jugadores. Se lo merecen porque han realizado un gran esfuerzo. Lo hemos hecho todos, pero ellos son los que juegan. Estoy contentísimo por esta llegada a Europa, a una de las mejores ligas del mundo como es la Liga ACB.

-No era lo esperado, ¿no?

No. Le hemos jugado de igual a igual a cualquiera y hemos hecho un arranque espectacular. El equipo pierde dos partidos y después remonta y se levanta, eso habla del compromiso de los jugadores. Pero no, no era esperado: el compromiso con el club era salvar la categoría. Eso ya marca lo difícil que es esta liga. Nosotros ya redireccionamos el objetivo tras ganar los cinco primeros partidos de forma consecutiva, ahí vimos que podíamos llegar hasta aquí. Pero yo ya tenía claro que esto era muy difícil de lograr, muy difícil. Ahora ves la tabla de clasificación y ves que estamos al lado de un equipazo como el Barcelona (11-4) y detrás del Real Madrid (14-1), está claro que tanto no pensábamos que podríamos hacer.

-¿Y qué es lo siguiente? La permanencia en la ACB está ya casi asegurada. Independientemente de la Copa, que es una competición aparte, ¿en qué objetivo piensa ahora el Fuenlabrada?

Nosotros teníamos un objetivo, que era el 7 de enero. El partido ante el Murcia, para saber si entrábamos o no en la Copa, nos iba a marcar bastante. Entonces ahora lo que hemos propuesto es levantar nuestro nivel de juego, sabemos que nosotros podemos hacerlo, porque queremos jugar bien contra los equipos de Euroliga. Eso nos ayudará a jugar mejor en esta parte de la temporada, donde todos mejoran: los de Euroliga cogen ritmo, los de Eurocup se enfocan sólo aquí si quedan fuera, los que no han empezado bien contratan jugadores, etc. Se pone mucho más difícil de lo que la gente cree. Pero jugando mejor al básquet nosotros vamos a estar pronto en el objetivo primario, que era salvar la categoría, y ya empezar a sacar cuentas para ver en qué lugar de la tabla quedamos, si nos metemos entre los ocho primeros o no. Para meternos en la Copa del Rey pensábamos que teníamos que defender y ganar como pudiéramos, pero ahora tenemos que levantar nuestro nivel de juego.

-Su juego es eminentemente defensivo. Hay quien critica ese estilo, tanto en el baloncesto como en otros deportes. Por ejemplo, a los Grizzlies de los últimos años en la NBA. ¿Qué cree que habría que decirle a esos críticos?

Nada. Uno explota el talento que tiene. A cualquiera le gustaría tener un equipo que corre, que anota, que hace mates... No es fácil. Yo creo que esas críticas no tiene contenido en el sentido de que, si un equipo es defensivo y gana, nunca gana alguien no haciendo un punto más que el otro. Muchas veces ser un buen atacante es defender bien. Son estilos y nosotros tenemos que defender. El compromiso defensivo da muchas cosas a un equipo y es el reconocimiento a varios roles. Yo no puedo tener a doce jugadores que hagan veinte puntos, ni a cinco, porque luego vienen al equipo y no hacen cien entre todos. A esa gente que critica a un equipo de fútbol que es defensivo, le diría: "¿Y el portero qué hace? ¿Hace goles o los ataja?". Son cosas de gente que se identifica con algún estilo, pero el baloncesto es un juego que se juega de miles de maneras distintas.

Néstor García, entrenador de Montakit Fuenlabrada, y Mike Maestre, redactor de AS, en un momento de esta entrevista

-Lo más inmediato es visitar al Real Madrid, el líder de la Liga Endesa. ¿Cómo cree que podrán frenar a un equipo de ese nivel?

Se tienen que dar un montón de cosas con un equipo como el Madrid. El Madrid lo que mejor hace, más allá de las individualidades y el juego de equipo, es que defiende. Yo veo bastante al Madrid, me gusta verles cuando juegan en la Euroliga, y me parece que todo es lo que están logrando es porque defienden bien. Luego tiene mucho talento adelante, reparte su juego para quien esté bien. Lo que hay que hacer contra ellos es estar muy concentrados y no perder balones, porque son buenos robando pelotas. Y defender a un nivel superintenso, porque la calidad que tienen es elevadísima. Nosotros sabemos quién es el Real Madrid, pero desde que empezó la temporada van primeros de manera cómoda e indiscutible y nosotros hemos ido segundos. Conociendo nuestras limitaciones, tenemos que ir a jugarles de igual a igual. La mejor característica que tiene nuestro equipos es que conocemos nuestros límites y construimos en positivo a partir de ahí. Ellos son un equipazo.

-Del equipo madridista destaca sobre otros el fenómeno que supone Luka Doncic. ¿Qué opina de él como jugador y como rival?

En el mundo FIBA, genios de esa edad... [Piensa] sólo Petrovic, como dice todo el mundo, no he visto otro. Es un chico de 18 años que tiene la cabeza de un tío de 35 años que ya ha ganado campeonatos. Juega en cualquier posición, le veo rehumilde, es muy serio jugando en la cancha. Recuerdo, viendo un partido de Euroliga en su campo como cualquier aficionado, haberme levantado dos veces a aplaudirle. Cuando ves maravillas, te levantas y aplaudes. Este chico es un regalo de la naturaleza baloncestística.

-Y otros de los que destaca, aunque quizás no tanto para lo bien que lo está haciendo, es su compatriota Facundo Campazzo.

Facundo juega minutos importantes, se nota que el entrenador confía en él. Es el que más balones roba, es peligrosísimo en el pick&roll, hace jugar a todo el mundo, tiene carácter... Yo le conozco, hemos sido compañeros en la Selección Argentina. Sé qué corazón tiene y cuál es su sueño, y quizás muchos pensaban que no podía ser base en el Real Madrid y ya lo es.

-Están luchando con los denominados grandes, el Madrid y el Barça, en la clasificación. ¿Qué gen o elemento cree que hace falta para poder luchar de tú a tú contra equipos de este calibre?

Primero, que Dios no nos abandone. Soy muy creyente y creo en eso. Y segundo, que nosotros nos enfoquemos más. Ahora viene un gran reto: puedes llegar alto, pero luego hay que mantenerlo. Debemos mejorar nuestro grado de concentración, seguir con la intensidad que están mostrando los jugadores, mejorar nuestra lectura de juego, minimizar las pérdidas para poder ser un poco más ofensivos porque a veces nos cuesta anotar, pero sobre todo disfrutar este momento para extenderlo. Cuando alguien tiene algo bueno, lo tiene que defender hasta morir. Nosotros sabemos que esto es como un sueño, pero hay que tratar de seguir. Todavía no hemos encontrado nuestro techo a nivel de juego y eso es lo que tenemos que buscar.

-Hábleme del vestuario. Parecen una piña. ¿Qué aporta Néstor, la persona y no el entrenador, a esa unión entre los jugadores?

Ellos tiene algo en común, todos, y es que son muy buenas personas. Así todo es mucho más fácil, cuando topas con gente con buenas intenciones. Nosotros tenemos un trato igualitario, en el trato humano, con todos. Es una de las cosas que he pregonado siempre durante mi carrera. Los seres humanos somos todos iguales, las personas son únicas. Ya cuando hablamos de baloncesto, a uno le tendrás que hablar de una manera y a otro, de otra, o en un momento u otro, pero siempre tenemos un chiste para hacerle a alguien. Aquí nadie se salva de una broma: novato, veterano o cuerpo técnico. Y luego, trabajamos. Todos se llevan muy bien entre ellos. Hay chicos excepcionales que por ahí no han jugado minutos y siempre tienen una sonrisa, humor y apoyan, y eso no se ve dentro de la cancha pero es lo que te lleva muy lejos. Los doce jugadores que están aquí, como personas, son impresionantes.

-Ya sé que no le gusta personalizar, pero le pongo dos nombres sobre la mesa. Gregory Vargas y Marko Popovic. Vargas, por su adaptación y lo que le puede aportar a alguien que conoce bien. Popovic, por ser el líder.

Gregory es uno de los jugadores más trabajadores que he tenido en mi vida. Es un competidor nato, muy orgulloso. Donde ha llegado, es por sacrificio. Defensivamente es top en cualquier liga, la que quieras: desde un base a un alero, cualquiera; cuando cambia con los grandes, les aguanta bajo el aro; se sacrifica... Es un jugador importantísimo. En esta liga se juega a romper sistemas. Pero, en ataque, él sabe que tiene que anotar más, se lo pedimos y es lo que estamos tratando de hacer. Yo le veo adaptado porque nunca es fácil, estando en el ojo de la tormenta porque te trae el entrenador, pero yo he tenido la suerte de ganar muchas cosas y muy importantes con él. Confío mucho en él. Es de esos jugadores de los que yo digo que te "cuidan la plata". Es como un hijo para mí, tanto él como su hermano. Sé que ofensivamente nos va a empezar a dar más cosas.

Marko es una persona excelente y muy respetuosa, un ganador nato. Se enoja si no gana hasta en una serie de tiro. Tiene una trayectoria enorme y muy respetable. Está hablando todo el rato con sus compañeros, compartiendo ideas por la experiencia que tiene. Empuja mucho. Y el Marko Popovic que estamos viendo ahora tiene mucho que ver con el del principio, cuando no estaba teniendo buenos porcentajes de tiro. Eso marca lo que es él. No es que ahora sea otra persona. Estoy feliz con él porque te inspira muchas cosas como entrenador.

Néstor García posa en el Pabellón Fernando Martín en uno de los momentos de la entrevista

-¿Qué es lo que más le ha llamado la atención de la Liga Endesa?

La liga tiene un altísimo nivel, tanto a nivel organizativo como de entrenadores, árbitros, periodismo, aficionados... Veo que hay mucho respeto también con jugadores que no son de aquí, como en nuestro equipos (11 nacionalidades). Por algo está entre las dos mejores ligas del mundo. Yo estoy muy contento por cómo me han tratado. Más allá de que ya conociera al presidente, José Quintana, al que le agradezco que me trajera, he sentido mucho respeto, me han tratado muy bien. Eso ha sido muy bien visto en mi país (Argentina) porque los periodistas de allí lo destacan, ven el buen trato que recibo.

-¿Y usted, a nivel personal, cómo vive esta experiencia en Europa?

Estoy cómodo: yo vivo a dos manzanas de aquí [La entrevista se realiza en el Pabellón Fernando Martín, donde el Fuenlabrada disputa sus partidos como local]. Esto se lo digo a todos ustedes: tienen una manera muy particular de  la palabra "crisis". Yo sé lo que es la crisis. En España hay mucha calidad de vida, es lo que yo veo. Me refiero a que veo a la gente contenta, riendo, con sus teléfonos móviles, con seguridad... Eso vale muchísimo. Estoy muy contento de estar aquí.

-Ha estado entrenando en tres continentes. ¿Cree que esta experiencia, la de la Europa, será prolongada de un tiempo a esta parte o es puntual?

Yo quiero quedarme aquí. Quería venir desde hace un tiempo y quiero permanecer. Mi idea es extender esto y, ojalá, terminar mi carrera aquí.

-Es un entrenador extranjero en la ACB. Sabe lo complicado que es entrar en esta rueda, a veces un poco proteccionista. ¿Cómo lo ve como hito para su carrera y para los que pueden venir después de usted?

Aquí hay un abanico de entrenadores europeos muy bueno y están más cerca. Los entrenadores argentinos somos un estamento que se ha preparado mucho para llegar a buenos lugares. Por una cosa u otra no se pudo antes. Y tampoco sé si esto abre puertas ni si depende del trabajo de uno: si lo hace bien, abre; si no, no abre. Sé que es muy difícil entrar aquí, por eso estoy a full en esto y lo quiero hacer bien. Quiero aprovechar esta oportunidad.

-Para venir tuvo que dejar de ser seleccionador de Venezuela. Esa regla de la ACB que dicta que no se puedan compaginar cargos en club y selección es criticada por algunos, sobre todo viendo ejemplos como los de Collet (Francia), Djordjevic (Serbia) o próximamente Gregg Popovich (Estados Unidos). ¿Le dolió tener que hacer algo así?

Dejé atrás muchas cosas. Estaba en un club, el Quimsa, del que me dejaron salir pese a que tenía contrato porque sabían las ganas que tenían de venir. Y tuve que dejar una selección de un país en el que me siento muy cómodo. Todo esto demuestra las ganas que yo tenía de venir aquí. Y las reglas tengo que respetarlas, y en mi caso puede que me ayudara por ser nuevo en la competición, pero sí se pueden compaginar perfectamente.

-Ha llegado a un equipo con mucho carácter, a una afición de las que aprieta. Y usted también es pasional, canchero. ¿Cree que han acertado con la simbiosis?

Por mi manera de dirigir sabía que me iba a identificar. Vivo cerca, la gente me saluda cuando vengo al pabellón, ellos nos empujan de una manera increíble... Creo que les gusta el equipo y el equipo hace mucho para que les guste. Y repito, no es fácil ser entrenador, extranjero, llegar y que en tres meses te traten así. Eso habla muy bien de la gente que hay aquí.

-Hablemos de la Copa, que llegará dentro de unas semanas. ¿Qué espera de ella, sobre todo como experiencia vital?

Yo quiero vivirla. Siempre me dijeron que, junto con la Final Four de la Euroliga, es el torneo más lindo de Europa. Los torneos de un día, en que si pierdes te vas a casa, ya sé cómo son por las selecciones. Es un día y puede pasar cualquier cosa. Nosotros la vamos a ir a jugar y estamos muy orgullosos de haber llegado allí, también la jugaremos de igual a igual contra quien nos toque.

-Veo que es una persona de retos. Prometió que dejaría de fumar si se clasificaba para la Copa y así lo ha hecho. ¿Le sacaré otra promesa para lo que queda de temporada o se recatará?

No, por ahora. Ya estoy loco con lo de fumar, pero porque me lo pidieron los jugadores. Se me tiene que cruzar y que cometa el error de que, desde mi espontaneidad, ocurra y tenga que cumplirla.