El Barcelona cerró el pasado curso su año horribilis (sin playoff de la Euroliga, eliminado en cuartos en la Liga Endesa...) y en éste su panorama ofrece luces y sombras. Sobre todo sombras... si hablamos de Europa (en la ACB es segundo con 8-3). Comenzó con fuerza en la Euroliga (triunfo ante el Panathinaikos por 27 puntos), pero poco a poco ha perdido fuelle. Su balance en estos momentos es incluso peor que el del año pasado. Con Bartzokas en el banquillo, el equipo azulgrana era undécimo en la jornada 12 (5-7). Ahora es duodécimo, con un triunfo menos.

Ya no podría ser primero

Al playoff de cuartos pasan los 8 primeros y el Barcelona, con un balance de 4-8, está lejos de esos puestos. En el curso pasado, el primero con el nuevo formato, primero fue el Real Madrid con un balance de 23-7. Con 18 jornadas por disputarse, el Barcelona no podría alcanzar estas cotas: ya suma 8 derrotas. El Panathinaikos (19-11) fue cuarto —los cuatro primeros tienen ventaja de cancha en los playoff— y el equipo azulgrana, para igualar ese margen, debería ganar 15 encuentros de los que le quedan. Para ser octavo (Darussafaka, 16-14) debería imponerse en 12 de los 18 partidos que le quedan. Aunque podría no ser suficiente: el Estrella Roja acabó también con ese número de victorias y se quedó fuera.

Un triunfo a domicilio en más de un año

Si quiere estar en los playoffs deberá mejorar, sobre todo, a domicilio. Sus números lejos del Palau son para llevarse las manos a la cabeza. De los últimos 17 partidos (más de un año), sólo ha ganado uno: en la pista del Armani Milán el 23 de febrero de este año (78-83). Desde entonces encadena ocho tropiezos seguidos... Y le quedan 10 lejos del Palau esta temporada.