Luka Doncic jugó otro partido extraordinario en el triunfo del Real Madrid sobre el Barcelona, una victoria clave para los blancos, que habían perdido seis de los siete encuentros anteriores en Europa. El base no solo firmó varias acciones espectaculares sino que controló el juego, dirigió al equipo en su escapada definitiva y terminó con 16 puntos, 6 rebotes, 7 asistencias y 26 de valoración. Es el segundo máximo anotador de la competición (20,5 puntos de media por los 21,5 de Shved) y el líder destacado en valoración: 27,6 por los 20,8 del segundo, Nando De Colo. Cifras nunca vistas para un jugador de 18 años (cumplirá 19 en febrero).

Hace mucho que la magia de esta joya del baloncesto europeo está en todas las cuentas para el podio del próximo draft de la NBA, para el que nadie le espera por debajo del número 3. De hecho es para muchos el favorito al 1, aunque la competencia es seria: el pívot DeAndre Ayton, el ala-pívot Marvin Bagley son sus principales ‘enemigos’, sin olvidar al alero Michael Porter, que apuntaba al 1 en muchas quinielas pero que puede caer algunos número ya que se va a perder toda la temporada universitaria por un cirugía en los discos espinales.

En el Clásico de ayer quedó más claro que nunca hasta qué punto la NBA no pierde de vista los pasos de Doncic: hasta siete ojeadores estaban en el WiZinK Center asistiendo al triunfo blanco. Representaban a Sixers, Suns, Clippers, Mavericks, Magic, Pelicans y Wizards. Y uno de ellos, según el periodista David Pick, dejó claro después del partido que van a insistir para que sus equipos, si tienen la oportunidad, no dejen escapar la oportunidad de hacerse con él: “Este chico lo tiene todo, el lote completo. Es especial. Nadie debería dejarle escapar”.

Las acciones de Doncic en el partido de ayer ante el Barcelona cruzaron al instante el Atlántico. El base esloveno, no cabe duda, está tocado por una varita y su valoración cada vez es más alta: quizá con el gigante Ayton como gran rival, apunta a número 1 del draft.