Después de cuatro derrotas consecutivas, el Movistar Estudiantes se dio una alegría ante el Umana Reyer Venecia (81-80). Era día de fiesta en España y el equipo colegial quiso celebrarlo con el líder de su grupo en la Champions. Los italianos solo había perdido un encuentro en las seis jornadas anteriores. Toda una hazaña este triunfo tras la mala imagen dada en los últimos partidos. Una gran dosis de ánimo antes de recibir al Valencia Basket este domingo (18:30) frente un entusiasta, por fin, pabellón Jorge Garbajosa. Una gran obra pintada con mucho trabajo colectivo, fe y las pinceladas iniciales de Alec Brown (21 puntos), continuadas por un bravo Darío Brizuela y concluidas por un acertado Sylen Landesberg.

El ala-pívot estadounidense no falló en los tres primeros cuartos: 8 de 8 en tiros de campo (2 de 2 desde el perímetro). Por su parte, Brizuela fue el hombre del último periodo. En los 10 minutos decisivos, el escolta anotó doce de sus catorce tantos, alguno de ellos espectacular y necesario como su triple a falta de 10 segundos para concluir el partido para empatar (78-78). En cuanto al estadounidense, qué decir. Siempre está ahí. Da todo aunque no esté acertado, pero esta vez sí. 

Su triple desde la esquina derecha del ataque colegial en el último suspiro era un déjà vu. En el mismo sitio, en el mismo tiempo, Omar Cook falló en Estrasburgo el lanzamiento para la prórroga. Esta vez la moneda salió cara y el Estudiantes sumó su cuarta victoria en la tercera competición europea y le permite seguir en la cuarta posición con una mala noticia: Cvetkovic acabó lesionado. Y todo ello ante un campeón italiano que tuvo a Watt (16), Orelik (15) y Peric (13) a sus máximas anotadores. ¡Por fin!