Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola
NBA

148 millones a Joel Embiid: es una locura... pero es un acierto

Los Sixers han puesto el futuro de la franquicia en el megacontrato para un jugador que en tres años ha jugado 786 minutos... y han acertado. </br><a title="Barcelona-Bamberg en directo online: Euroliga 2018" href="https://as.com/baloncesto/2018/01/17/euroliga/1516215104_260053.html">Barcelona-Bamberg: Euroliga</a>

148 millones a Joel Embiid: es una locura... pero es un acierto
Juanma Rubio
Nació en Haro (La Rioja) en 1978. Se licenció en periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. En 2006 llegó a AS a través de AS.com. Por entonces el baloncesto, sobre todo la NBA, ya era su gran pasión y pasó a trabajar en esta área en 2014. Poco después se convirtió en jefe de sección y en 2023 pasó a ser redactor jefe.
Actualizado a

Joel Embiid, 23 años: el gigante de Yaoundé que arrasa en las redes sociales y personifica un momento único de la historia de la NBA: The Process, la industrialización del tanking que puso en marcha Sam Hinkie, icono contracultural ahora en paro. Padre de aquello de que quizá había llegado el momento de dejar de ver los partidos de principio a fin, de forma lineal. The Process ha sido muchas cosas, no solo Embiid. Pero es sobre todo Embiid. Número 3 del draft de 2014. No fue 1 por una lesión de espalda a la que siguió una fractura en un pie que le impidió debutar en su primera temporada y cuya tortuosa recuperación le mandó otra vez al quirófano y le hizo perderse, también, su segunda temporada.

En la tercera, la lesión llegó en una rodilla. Espalda, pie y rodilla, la sagrada trinidad del terror para cualquier jugador, más para uno de 2,13 y 113 kilos. Por sus problemas físicos, Embiid pudo por fin debutar pero solo jugó 31 partidos y 786 minutos. Casi siempre con contador y restricciones. Eso es todo lo que ha jugado en la NBA sobre 246 partidos y 11.808 minutos posibles. Todavía (las restricciones…) no ha jugado 30 minutos en un partido. Y sin embargo, el gigante de Yaoundé pudo ser (y seguramente mereció ser) Rookie del Año. Y, lo importante, acaba de firmar una ampliación de contrato con los Sixers que le pagarán (a partir del verano de 2018) 148 millones de dólares hasta 2023. Podrían ser 178 si (por el designated rookie scale maximum contract) la próxima temporada es MVP, Defensor del Año o entra en alguno de los All NBA Teams.

El contrato, ya oficial, irá goteando detalles de una redacción que Zach Lowe anticipó como “probablemente la más compleja” de la historia de la liga. Parece que los Sixers han tratado de minimizar daños y que no todo el dinero está garantizado y las lesiones ya problemáticas están contempladas. Pero parece también que la franquicia tendría que cortar a Embiid para evitarse los pagos completos. Hablamos, en definitiva, de lo que pueden ser casi 180 millones (en la previsión sería el tercer pívot mejor pagado de la temporada 2018-19 por detrás de Whiteside y Drummond) por 786 minutos y para un jugador que en el peor caso habría sido agente libre restringido en el próximo mercado veraniego. ¿Por qué arriesgar?

Porque hay que creer en El Proceso.

Porque no se puede vender un lema durante tanto tiempo para echarse atrás cuando hay que ponerse en manos de la fe.

Porque el equipo y la ciudad necesitan a un Embiid feliz.

Y porque difícilmente van a hacer algo mejor con ese dinero los Sixers, que incluso después de la ampliación tienen proyectados unos 40 millones de espacio salarial el próximo verano, cuando la mayoría de equipos estarán caninos.

Y porque, en definitiva, la proyección de Embiid es la de posible mejor jugador de la NBA.

Incluso de esta NBA de pequeños que desprecia las posiciones fijas e infrautiliza a los interiores. Al menos a los clásicos, al pívot ortodoxo que habría disfrutado en la NBA de los 80 y los 90. Cuando las normas defensivas eran distintas y ni se olisqueaban las tácticas zonales. Pero vaya si hay sitio para Karl-Anthony Towns, Joel Embiid o Nikola Jokic. Eso sí, mientras que Jokic es un tahúr al que se le cae la magia de los bolsillos y Towns fluye con una cadencia elegantemente deliciosa, Embiid atruena como una unidad acorazada. En ataque y defensa.

La pasada temporada (en esos 31 partidos) apenas promedió 25,4 minutos pero se fue a 20,2 puntos, 7,8 rebotes, 2,1 asistencias y 2,5 tapones. Con un 46,6% en tiros de campo y un 36,7% en triples. En solo 25 minutos por noche lideró a su generación rookie en puntos, rebotes y tapones y sus promedios estuvieron por encima en esos apartados de los de cualquier novato desde Blake Griffin en 2011.

En proyección a 100 posesiones, sus medias fueron de 38,9 puntos, 15,1 rebotes, 4,7 tapones y 4,1 asistencias. Lo que nunca visto en una historia en la que en el club del 30+15+4 (tapones o asistencias) por 100 en una misma temporada solo están Tim Duncan (dos veces), Shaquille O’Neal, Robert Parish, Patrick Ewing, Alonzo Mourning, Hakeem Olajuwon (tres veces), David Robinson (cinco veces) y, sorpresa sorpresa, el JaVale McGee de la pasada campaña. Nadie hasta ahora con más de los 34,9 puntos de Robinson en la temporada 1995-96, la siguiente al MVP.

Eso da una dimensión de lo que supusieron esos menos de 800 minutos de Embiid. La cuestión ahora es si efectivamente puede extenderlos a temporadas completas, partidos de más minutos, sin restricciones ni parones. Esa la cuestión, ninguna otra: los Sixers fueron un equipo de 49,7 victorias con él y de 19,7 si se miden los minutos en los que él no estaba. Solo los Raptors en el Este habrían tenido mejor net rating que unos Sixers con Embiid a tiempo completo (+3,2). Sin el camerunés, -7,9 (diferencial negativo) por 100 posesiones.

Con Embiid en pista (solo jugó hasta enero, nunca la dos noches de un back to back), la defensa de Brett Brown permitió solo 99,1 puntos por 100 posesiones. Mejor que el 100,9 de los Spurs, la mejor cifra de la temporada. Y nueve puntos mejor que su cifra sin él. Los Sixers encajaron 467 puntos más de los que anotaron pero Embiid terminó su año con un +67. Fue el mejor de la NBA en tapones y robos por 36 minutos y nadie protegió el aro como él: 40,8 % de los rivales cerca de canasta si estaba en cancha.

Noticias relacionadas

Todo eso fue Embiid, el jugador con más tiros libres lanzados por 36 minutos (11,2) al margen de James Harden y Russell Westbrook, los dos que se disputaron el MVP con sendas campañas monstruosas. Todo eso es más allá del 13-18 en sus 31 partidos (con minutos limitados, recuerdo) para el único equipo del Este junto a los Magic que lleva un lustro sin jugar playoffs. The Process: en ese tiempo la franquicia de la ciudad del amor fraternal ha perdido más partidos que nadie y casi la mitad de los equipos (13) ha ganado el doble o más. Todo por El Proceso. Así que no era cuestión de acobardarse cuando había que comprar el billete de lotería definitivo. Incluso a un coste que puede hipotecar el futuro de la franquicia si no sale bien. Pero es que, sin Joel Embiid, quizá ni siquiera existiría tal futuro.

El riesgo es inmenso, esta extensión es una locura. Pero yo creo que los Sixers aciertan. Yo habría hecho lo mismo si hubiera estado en su lugar. El techo es el de uno de los cinco mejores jugadores de la liga. Tal vez, realmente creo que podría ser, el mejor. Trust The Process.

Te recomendamos en NBA