NBA

"Ricky Rubio era el unicornio del draft de 2009, no Stephen Curry"

La prensa de Minneapolis repasó en una extensa oral story los años de Ricky en los Wolves: "él representó sobre todo una cosa: esperanza".
Final NBA: Warriors vs Cavs, juego 4

0
"Ricky Rubio era el unicornio del draft de 2009, no Stephen Curry"

Ricky Rubio se va del Eurobasket 2017 con otra medalla. Con 26 años suma ya seis desde que debutara en Pekín 2008. El base de El Masnou dejó finalmente sabor agridulce, de más a menos tras un excelente inicio de campeonato pero con dos actuaciones muy discretas ante Alemania y Eslovenia, duelos además en los que reaparecieron los problemas en el tiro que había sorteado en la primera fase (y en el tramo decisivo del duelo de octavos ante Turquía).

Ahora Ricky, tras otro verano con la Selección, vuelve a la NBA, donde abre etapa. Convertido en un veterano de 26 años y en nuevo destino, Utah Jazz. En un giro irónico, los Wolves apuntan a los playoffs, hito que no alcanzan desde 2004 (la peor racha abierta en la NBA), con la llegada de Jimmy Butler, Jeff Teague, Taj Gibson y Jamal Crawford y la pujanza joven de Andrew Wiggins y Karl-Anthony Towns. Y los Jazz tratan de estabilizar un proyecto alcista que ha recibido una cornada terrible con la marcha de Gordon Hayward, que eligió firmar como agente libre con los Celtics. Ricky cambia de bando cuando todo el mundo habla de los Wolves y los Jazz pueden tener problemas… aunque pueden seguir siendo un equipo competitivo y el manual de juego de Quin Snyder parece encajar con el base español. Eso esperan en Salt Lake City.

Así que Ricky deja atrás seis años en los Wolves, 353 partidos con 333 como titular. Y unas medias de 10,3 puntos, 8,5 asistencias y 2,1 robos. Enormes virtudes (su equipo era mejor con él en pista prácticamente siempre) y defectos que le lastraban de forma drástica (malos porcentajes en el tiro de tres… y cerca del aro). Seis temporadas sin playoffs y con opiniones para todos los gustos, con muchos aficionados todavía enamorados de él y otros que deseaban cambios radicales en la dirección de juego de los de Minneapolis. Y demasiado tiempo en la palestra de los rumores de traspaso hasta que se concretó su salida.

Pero ¿cómo ven en Minnesota esa ‘era Ricky’ que ya ha terminado? Para tener una buena perspectiva merece mucho la pena la oral story (una suerte de repaso verbal por varios testigos directos) que recoge el Star Tribune, principal periódico de la ciudad. Un exhaustivo viaje a través de los últimos años de la carrera de Ricky y del que era su equipo hasta el pasado 30 de junio. Esto es lo más destacado:

Michael Rand (periodista): Cuando Ricky llegó al aeropuerto de Minneapolis el 20 de junio de 2011 la recepción fue de rock star. Había sido elegido con el número 5 dos años antes y era muchas cosas para los Wolves pero sobre todo era una: esperanza. Se le veía como el posible salvador de la franquicia. Era un sueño para cualquier departamento de marketing con su encantador acento y su exuberancia juvenil. Y tenía la cualidad más atractiva de todas: era un misterio. Desde entonces, ha dejado uno de los legados más complicados que se le recuerdan a un deportiva en Minnesota. Muchos aficionados le siguen adorando, pero se habla sin parar también de las cosas en las que se ha quedado corto. Estos años han estado marcados por las lesiones y las actuaciones irregulares, pero se ha visto siempre en equipos enredados en proyectos de reconstrucción.

Jerry Zgoda (periodista): Cuando llegó, y durante los dos siguientes años, Ricky era el unicornio de aquel draft de 2009 en el que también estaba Stephen Curry. Nadie le había visto más allá de los Juegos de Pekín y algunos resúmenes de jugadas de la Euroliga. Su agente Dan Fegan quería que jugara en los Knicks, que tenían el número 8, o si no en California. Y había muchas dudas sobre su cláusula de salida de su equipo en España (el Barcelona). Sam Presti, general manager de los Thunder (elegían con el número 3) llegó contratar a una empresa española de abogados para informarse bien de este tema. Los Grizzlies elegían con el 2 y se pensaba que podían seleccionar a Ricky pero lo que se dijo es que Fegan les avisó de que no quería jugar en Tennessee. Así que se consideró un regalo que cayera hasta el número 5. En la fiesta de draft de los Wolves se oyeron cánticos de ‘Olé, Olé, Olé’ cuando los Kings eligieron con el 4 a Tyreke Evans. Los Knicks se pensaron hacer una oferta para subir al 5 y draftear a Ricky. Creo que llegaron hasta Wilson Chandler y su pick 8, pero no fue suficiente para los Wolves. Luego tenían el 6 y ahí podrían haber cogido a Stephen Curry (fue número 7, los Wolves le dieron el 6 a Jonny Flynn).

Jon Krawczynski (periodista): Ricky no era muy conocido y eso jugaba en su favor: el proyecto exótico y misterioso que había plantado cara al Team USA con 18 años en una final olímpica y cuyos pases llenaban recopilaciones en Youtube. Y al mismo tiempo había dudas con cómo trasladaría Curry su juego a la NBA. Algunos pensaban que nunca sería nada más que un tirador. En la noche del draft todo el mundo quería a Steph en los Wolves pero no en el 5 sino en el 6. Nadie decía ‘¿por qué han elegido a Ricky?’ sino ‘¿por qué Flynn por delante de Curry?’.

Luego estuvo en el aeropuerto cuando llegó a Minneapolis. En la terminal le jaleaba todo el mundo porque se llegó a pensar que ni siquiera llegaría a poner un pie allí. Y luego empezó a jugar y lo hizo tan bien que en el equipo y la afición creció la sensación de que llegaba la redención a todo lo que se había hecho mal la década anterior. Fue un flechazo: el chico español con cara de crío y peinado juvenil que conquistó a todos en su primera rueda de prensa en un inglés precario y después empezó a dar pases que nadie más daba en la NBA. Ricky parecía candidato a Rookie del Año, la gente gritaba ‘Ricky, Ricky’ para que entrara cuando estaba en el banco, cosa que él odiaba porque le parecía una falta de respeto al otro base, Luke Ridnour…

Rob Babcock (director de scouting de los Wolves): Era imposible no encariñarse con él. Es un gran chico, superó mucha presión porque todo el mundo estaba muy pendiente de él, también cuando jugábamos fuera de casa… Pensábamos que estaría más años, al menos uno más, en España pero conseguimos que viniera en 2011.

Steve McPherson (blogger de los Wolves): había algo maravilloso en su forma de jugar, sobre todo en aquel primer año. Algo que le había faltado a los Wolves durante años. Cada día regalaba cosas excitantes a los seguidores. En su cuarto partido en la NBA dio un paso por debajo de las piernas de Nowitzki… esa combinación de magia y atrevimiento era irresistible. Fue terrible cuando se lesionó (el 9 de marzo de 2012 se rompió los ligamentos de una rodilla defendiendo a Kobe Bryant en un partido contra los Lakers).

JK: Aquella noche contra los Lakers el pabellón hervía como nunca en muchísimo tiempo. La gente no había ido a ver a los Lakers, sino a los Wolves de Ricky. Qué habría pasado si no se hubiera lesionado es uno de los grandes interrogantes en toda la historia de la franquicia.

JZ: Aquello destrozó una atmósfera muy especial, todo lo que había construido el equipo alrededor de Ricky y Kevin Love. Pero no creo que haya sido determinante para su carrera, ni que habría aprendido a tirar por arte de magia si no hubiera sufrido aquella lesión.

JK: Fue un golpe enorme. Tardó casi dos años en jugar con la misma energía, la misma confianza. No puedo entrenar su tiro aquel verano… y ya se sabe que se dice que los grandes saltos de la calidad de los jugadores de la NBA llegan entre su primer y segundo año o entre el segundo y el tercero. Sin la lesión, estoy seguro de que los Wolves hubieran llegado a playoffs. Y si hubiera podido trabajar ese verano, el siguiente lustro de la franquicia habría sido muy distinto.

JZ: Algunos jugadores no maduran del todo hasta los 26 ó 27 años. Ricky, en teoría, está llegando ahora a sus años de plenitud. Creo también que ahora por fin está del todo sano tras las graves lesiones de rodilla y tobillo. Solo se hablaba de si a Thibodeau le gustaba o no pero yo creo que el debate está en dos cuestiones: ¿puedes ganar en la NBA actual con un base al que el otro equipo no tiene que defender en las jugadas decisivas? Para Thibodeau, la respuesta es no, creo. ¿Y puedes ganar sin un base muy anotador tal y como se juega ahora en la liga? Prácticamente todos los aspirantes, quizá salvo los Spurs, lo tienen: Curry, Irving, Wall, Harden, Lowry, Paul, Lillard, Conley… Ricky nunca será un jugador así. Thibodeau le dio margen este último año y él demostró lo que puede hacer, aunque echo de menos al Ricky más espectacular de sus primeros tiempos en la NBA. Creo que le irán mejor las cosas con un nuevo inicio. Veremos si acaba siendo un buen titular para jugar de jugadores all star o si acabará siendo un buen sexto hombre.

RB: Su tiro no termina de asentarse. Nunca va a ser un tirador, pero ha trabajado en ello sin parar, y eso hay que respetarlo. Va a seguir mejorando, es un base que hace mejores a sus compañeros. Y eso no es fácil de encontrar en estos tiempos en los que cada vez hay más quintetos sin bases puros. Ricky sabe todas las jugadas, sabe dónde están siempre todos su compañeros… eso ya no se encuentra con facilidad hoy en día.