El Real Madrid jugó uno de sus peores partidos del curso en el peor momento posible. La agresividad y hambre del Fenerbahçe tumbó al conjunto blanco, que se vio claramente superado en el rebote pese a que en los minutos finales pudo maquillar algo la diferencia en esta faceta (34-28). Los centímetros del checo Jan Vesely y el poderío de Ekpe Udoh bajo el aro decantaron claramente la balanza del lado de los de Obradovic. Una superioridad que, para más inri, coincidió con las malas actuaciones de Gustavo Ayón, desaparecido, y un Anthony Randolph que no pudo imponer su envergadura para intimidar y hacer corregir tiros rivales. Solo Othello Hunter logró equilibrar algo la batalla en la zona. Una inferioridad que coincidió el día en el que Pablo Laso dejó sin jugar un solo segundo al capitán, Felipe Reyes. Por su parte, Andrés Nocioni no fue ni convocado.

Reyes se cayó de la rotación y presenció desde el banquillo la derrota de su equipo. El cordobés no pudo ayudar y su habitual garra y entrega bajo tableros quizá hubiera contribuido a frenar la hemorragia blanca.

Media horas antes del inicio del encuentro, se conocieron los nombres de los dos descartes blancos (únicamente se pueden inscribir a doce jugadores en la ficha del partido): Álex Suárez y Nocioni. El argentino ya ha sido el sacrificado en algunas de las anteriores citas, si bien pudo resultar algo sorprendente su ausencia dado su carácter ante un encuentro como el de hoy (en Estambul y con toda la afición turca encima). El Chapu, MVP de la Final Four de la Euroliga en 2015, se retirará cuando concluya la presente temporada.