79-81 y 50 segundos por delante. Después de 30 jornadas, Baskonia se jugó su futuro en la competición sabiendo que un cruce contra CSKA o Madrid con factor cancha en contra sería un suicidio. Pues bien, Pangos anotó un triple y Beaubois falló el suyo. El equipo de Sito Alonso desperdició la opción de ser quintos y cruzarse con el Panathinaikos. Ahora será séptimo u octavo y se las verá con los rusos o el Real. Si gana el Estrella Roja y cae el Efes, los de Sito Alonso serán séptimos. Si caen los serbios también finalizarán en esa posición. Y si vencen ambos, serán octavos.

El equipo vitoriano se presentó con tres bajas: Shengelia (gripe inesperada), Bargnani (lumbalgia) y Sedekerskis (convocado con la Selección europea). El Baskonia ya comenzó flojo y Zalgiris se escapó en el marcador (2-10, min. 4) pero a base de triples (dos consecutivos) se acercó de nuevo. La marcha de Larkin al banquillo y la entrada de Rafa Luz desajustó al equipo, que tuvo un mal final de cuarto y se fue, tras los diez primeros minutos, 5 puntos abajo.

En el segundo cuarto, los de Sito Alonso se volcaron demasiado en el tiro exterior (13 triples intentados en la segunda entrega llevando ya 20 al descanso) mientras que los bálticos apostaban por el bloqueo y continuación central. Un triple de Hanga puso a los locales por delante (35-33) pero fue el Zalgiris el que enfiló los vestuarios por delante. El Baskonia no tenía equilibrio dentro-fuera y Pangos hizo una buena primera mitad. También destacó Motum, que se fue con 13 de valoración en el ecuador.

Incomprensiblemente, los locales se descentraron en el tercer periodo y los de Jasikevicius se marcharon 12 arriba (56-68, min. 29). El equipo estaba colapsado y no levantaba cabeza mientras que Zalgiris anotó 5 triples en ese tramo. La sombra del Real Madrid y del CSKA era cada vez más grande y obvia. El Baskonia valoró 13 puntos en el tercer cuarto y los de Kaunas, 30. Cuando parecía que los alaveses iban a ser capaces de confirmar la remontada en la entrega final, la consistencia de Jankunas y la efectividad de Pangos les condenó a cruzarse con uno de los cocos de Europa y, además, con la obligación de ganar un partido lejos de su cancha. Curiosamente, el próximo compromiso liguero es el domingo en Madrid ante el equipo de Pablo Laso.