Los Sixers jugaron en Brooklyn sin Embiid, claro, pero también sin Sergio Rodríguez (problemas musculares), Okafor y Henderson. Y ganaron (101-106) porque por muy mal que esté en un equipo, siempre parece que los Nets están peor a pesar de su repunte de los últimos tiempos y otro buen partido de Brook Lopez y Jeremy Lin: 16-58 ahora para los de Brooklyn, 28-46 para los Sixers, 18 triunfos más que la temporada pasada. No es poco.

Todas las noticias del partido las dejaron los de Brett Brown: otro buen expediente de Saric (23 puntos, 7 rebotes) en su carrera por ese Rookie del Año que parece que dejará vacante Embiid con sus solo 31 partidos jugados. Una excelente actuación (17+9) de un Luwawu-Cabarrot que está pareciendo en este final de temporada más cerca de ser un jugador productivo de lo que pensábamos que estaría a estas alturas. Y, por encima de todo, Tiago Splitter.

El brasileño, una estrella FIBA que se fue a Atlanta cuando se había asentado como reservar en los Spurs, jugó 7 minutos con la camiseta de los Sixers después de dos partidos con su equipo de D-League (6,6 puntos y 5,6 rebotes de media). Acabó con 2+3 y volvió a sentirse jugador NBA después de casi catorce meses de un calvario con las lesiones que comenzó con una de cadera que le dejó fuera de sus Juegos, los de Río 2016. Su último partido NBA se remontaba al 31 de enero de 2016. Empieza el futuro para un pívot que ya ha cumplido 32 años y que termina contrato al cierre de esta temporada. Veremos si le queda tiempo para un último asalto en la gran liga.