Las finales están para jugarlas, y más a estas edades, con 13 y 14 años, pero el Madrid afrontará la sexta consecutiva en la Minicopa como favorito tras batir en semifinales al Baskonia por 94-66. Le espera el Unicaja, que doblegó al Barça con la magia de sus ‘bajitos’ (69-79). Podríamos decir que el club blanco se ha agarrado al ‘efecto Doncic’. Desde que el esloveno debutara como invitado en Barcelona 2012, los infantiles madridistas siempre han llegado a la final. Al año siguiente, en Vitoria 2013, Doncic fue el MVP. Era su primera temporada ya instalado en Madrid, el arranque de su meteórica carrera. Y con él llegó el primer título del Real en este torneo desde su ocurrente inicio, con Ricky Rubio en Sevilla 2004. Desde entonces, el equipo de cantera más joven del club merengue (no hay chavales con menos edad) ha ganado todos los títulos. Cuatro consecutivos, y este domingo aspira al quinto. Será a las 12:00 en el propio Buesa Arena.

Los blancos cuentan con el techo del torneo, el montenegrino Stefan Vuckevic (2,02 m y creciendo), y con cuatro jugadores por encima del 1,90. Impusieron así su enorme superioridad física en la semifinal (71 a 45 en el rebote y 9 tapones). En el Fundación 5+11 Baskonia solo un chaval rebasa el 1,90, pero no deja indiferente. Es Pape Sow: dos metros, piernas finísimas y una coordinación y manejo de balón fabulosas para su altura. Estilo Antetokounmpo, y entiéndanme la comparación. Su puesto oficial es el de escolta y también se cuelga del aro. Matazo al contraataque y 17 puntos. Y junto a Sow, la habilidad del base Alejandro López. Mucha clase. Y de Joseba Querejeta. Sí, el hijo de Josean, el presidente baskonista. Pequeño y menudo (su padre mide dos metros), pero un diablo en el lanzamiento. Metió tres triples en el primer cuarto, cuatro al final (16 tantos). Se le ve con carácter.

Hablábamos de la superioridad física del Madrid, aunque los de Miguel Ángel López-Palacios son mucho más que centímetros, tienen talento. Lo vimos en Diego Maganto, muy dotado para la penetración y para encarar el aro a la carrera (alero de 1,87). Y en Miguel Allen, que pertenece a un club de Tenerife (Santo Domingo) y juega como invitado. También en Daniel García y Eshete Calvo. Los tres últimos no llegan aún al 1,80. Aunque el referente del Real en este torneo es el búlgaro Konstantin Kostadinov, 1,99 y capaz de hacer muchas cosas. Ante el Baskonia, 16 puntos y 10 rebotes. Vuckevic, que hizo 12 y 12, tardará en desarrollarse más que otros jugadores por sus condiciones. Fue importante, eso sí, en el despegue del segundo cuarto (57-34 al descanso). Maganto hizo 15 tantos.

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En la otra semifinal, el Unicaja sorprendió al Barcelona (69-79) y aspira a su primera Minicopa. Será su tercera final en las últimas cuatro temporadas. La impresión que dejó fue buenísima con la calidad de sus bases Rubén Dominguez (25 puntos) y Juan José Castro (18) más la gran aportación de otro ‘pequeño’, el alero Iván Ruiz, que sumó 24 y atrapó ¡20 rebotes! para 37 de valoración. En el Unicaja juega, aunque en la semifinal no lo hizo, Gleb Tikhonenko, hijo del ‘soviético’ Valeri, al que recordarán como un alero alto impecable. Y una curiosidad, Rubén Domínguez, uno de los destacados, es el primer jugador en la historia del torneo en disputar tres ediciones. Participó en la primera (2015) todavía en edad mini. Gran mérito. La altura la pone Pablo León, con 1,98. Hay final, y por televisión: domingo, 12:00, M+ Deportes 1.