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Las 7 claves del naufragio de los Chicago Bulls de Pau Gasol

Desde enero, el equipo de Illinois se ha hundido en la clasificación (décimos) y tiene muy difícil estar presente en los playoffs por el título.

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Las 7 claves del naufragio de los Chicago Bulls de Pau Gasol
KAMIL KRZACZYNSKI EFE

Tras la derrota ante los Atlanta Hawks, los Chicago Bulls afrontan sus últimos nueve partidos de la Temporada Regular en la décima posición, con un balance por debajo del 50% (36-37) y a dos partidos y medio de la última plaza que da acceso a los playoffs en manos de los Detroit Pistons. 

La situación es mala. Sin más.  La franquicia de Illinois lleva siete temporadas seguidas clasificándose para la postemporada y ahora podrían quedarse fuera tras un 2016 espantoso. Antes del 9 de enero, el equipo de Chicago se encontraba, con 22 victorias y 12 derrotas en 34 partidos, en plena lucha por la primera plaza de la Conferencia Este con los Cleveland Cavaliers. Después de esa fecha, el balance se ha vuelto del revés: 14-25 en los siguientes 39 duelos. ¿Por qué se ha llegado a esta situación? Aquí mostramos 7 problemas que han arrastrado los Bulls durante toda la temporada, acentuándose este año:

Ataque: sin una idea clara

La ofensiva de los Bulls ha sido un problema desde que Hoiberg cogiera el timón del equipo. En la época de Thibodeau, el equipo no era una alegría ante el aro rival, pero se sabía qué hacer. Con la llegada de Pau Gasol, y para rentabilizar su calidad, se empezó a cambiar un rumbo que giró definitivamente con el nuevo entrenador. Hoiberg llegó con la idea de ataque rápido, en el que el tiro exterior era el principio y no el final. El paso de las jornadas, la perdida de activos por las lesiones o por la falta de confianza hicieron repensar el sistema: el ataque pasó de caótico a farragoso, lento y desquiciante.

Los Bulls presentan el quinto peor ataque de la NBA con 101,4 puntos anotados por cada 100 posesiones (fuente NBA). Empata con los Brooklyn Nets en ese apartado y sólo es mejor que el de los Phoenix Suns (99,4), Los Angeles Lakers (99,0) y los Philadelphia 76ers (96,3). Es decir, su ofensiva es sólo superior (o igual) que la de los cuatro peores equipos de la NBA

Estos 101,4 puntos son la tercer peor marca de las últimas seis temporadas. En la 2013-14 se acabó con 99,7 (cuarto peor de la NBA) y en la 2012-13 con 100,4 (séptimo peor). A pesar de esas dos campañas, en la Era Thibs se llegó a buenos momento con los 105,5 de la 2010-11 (12º mejor), los 104,7 del año pasado (décima) y los 104,5 de la 2011-12 (quinta). Sus cinco temporadas finalizaron con una media de 102,9.

Triples: buen porcentaje, poco tiro

La nueva NBA, la que se impone desde La Bahía de San Francisco, tiene una única máxima: el triple por encima de todas las cosas. Y los Bulls fallan ahí. Lo intentaron a principios del curso, pero fracasaron. A pesar de ser el tercer equipo con mejor porcentaje en el tiro exterior por cada 100 posesiones (36,9%), superado por Warriors (41,6%) y Spurs (38,1%), es el séptimo que menos tira 21,0, nueve menos que Golden State, el líder. En el ámbito individual, el que más lanza es Mirotic con cinco por partido (25º en la NBA empatado con otros 15 jugadores) para un total de 274 lanzados (65º) hasta el momento. Curry tira 11 para 778 y Lillard, 8 para 559.

Esto se ve reflejado en la clasificación de triplistas de la ESPN, en cuanto al porcentaje de acierto (se necesita anotar o estar en proyección de anotar como mínimo 82 triples). Allí, entre los 100 primeros sólo hay dos bulls: McDermott (6º con 43,0%) y Mirotic (62º con 36,5%).

Defensa: muy floja

El verdadero mal desde la salida de Thibodeau. La defensa era la seña de identidad del exentrenador. En sus cuatro primeras temporadas, el equipo siempre estuvo entre las cinco mejores defensas de la NBA, siendo la mejor en dos de ellas. Sólo en su última campaña se superaron los 100 puntos por cada 100 posesiones (101,6) y dejó su media en 98,6. Los Bulls eran un equipo rocoso. También aburrido, para que mentirnos, pero cumplía su misión: construir desde atrás.

Ahora, la defensa de los Bulls es la 14º del campeonato al recibir 103,1 tantos (los Spurs, los primeros, consienten 96,7), 4,5 más que con Thibs. Es decir, nos encontramos que Chicago recibe más puntos de los que anota. Además, en los 73 partidos disputados hasta el momento, en 48 de ellos (65,7%) sus rivales han logrado 100 o más puntos, con una racha de 13 encuentros consecutivos (del 21 de diciembre al 14 de enero).

Lesiones: golpe duro

Uno de los pocos clavos a los que se puede agarrar Hoiberg. El entrenador tiene un núcleo duro de siete jugadores que han sido golpeados, en mayor o menor medida, por las lesiones. Entre esos siete hombres se han perdido en conjunto 145 partidos (20,7 de media): Dunleavy, 50; Noah, 43 (no va a volver); Mirotic,16; Butler, 15; Rose, 12; Gasol, 8 y Gibson, 1.

Quintetos: inconsistencia

Las lesiones y la búsqueda de un quinteto titular de garantías (o de revolución) han provocado que Hoiberg haya utilizado 21 cincos iniciales diferentes en 73 partidos: uno nuevo cada 3,5 encuentros.

Nivel de los principales: suficiente

De los siete jugadores del núcleo duro, ninguno ha sido consistente. Butler ha estado brillante por momentos, pero no ha sabido llevar el peso del equipo como se le pedía/exigía. Estadísticamente, Pau Gasol ha rendido bien. En defensa, no. Se ha encontrado muy sólo en varias fases de la temporada por las bajas de Butler y de un Rose que sigue con problemas con el tiro y miedo a las lesiones. A pesar de ello, ha tenido sus instantes de lucidez, sobre todo en la recta final de la temporada. Por su parte, Mirotic se ha estancado en su crecimiento, Gibson ha rendido a su nivel (ni bien, ni mal), Dunleavy ha llegado muy tarde a la actividad y Noah ha sido una sombra de su antiguo yo.

Nivel de los secundarios: muy deficiente

Sólo McDermott ha dado un paso adelante. Snell tuvo confianza, pero la perdió con rapidez. Aaron Brooks ha tenido sus días buenos (pocos) y sus días malos (los que más). Portis es un novato con un gran futuro al que la sobrepoblación de pívots ha afectado. Bairstow y Cristiano Felicio no cuentan. Hinrich fue traspasado por Holiday (cuenta cuando no hay más remedio) tras penar estos últimos años.