El Dominion Bilbao va recuperando piezas y según estas se yerguen, el juego del equipo crece como el suflé. Ni el discurso acalorado de Porfi Fisac reanima al colista, un muerto que apesta a LEB Oro. Al técnico segoviano le va mucho el micrófono, pero éste no obra milagros. El GBC salió blandito y aunque no se desconectó en ningún momento del partido de Miribilla, acabó rendido a la evidencia de lo que le separa ahora mismo de un Bilbao que en casa ya carbura mejor. El partido estuvo envuelto en los festejos por el 75 aniversario de la Federación Vizcaína de Baloncesto, con el preámbulo del Gernika-IDK Gipuzkoa de Liga Femenina.

El inicio marcó territorio. Luego Bertans sacó su versión aniquiladora y el rebote ofensivo local fue un “abuso”, en palabras de Fisac. Se fue el Dominion a los 16 de ventaja (62-46) en el tercer cuarto, sabiendo que el playoff pasaba por someter al vecino. Para el Gipuzkoa la permanencia es una quimera. Continúa varado en el pozo de la tabla y ve la permanencia en chino.

Raúl López movió con batuta firme, jugó su mejor partido en los últimos tiempos y la gente se lo agradeció con una cerradísima ovación. También la recibió Paco Vázquez, presente porque está en el Clínicas y juega en Zornotza en LEB Plata. Hervelle puso las cosas en su sitio cuando estas se movían, por ejemplo con un 0-8 liderado por Llompart y Txemi Urtasun (62-54), para llegar los donostiarras vivos y con alguna opción a los diez últimos minutos con un parcial de 2-12 al final del tercer acto (64-58). Aunque pronto se le esfumaron las esperanzas al conjunto guipuzcoano, ya que entre Raúl, Hervelle y Bertans encadenaron un 10-2 que dejaron el choque visto para sentencia a seis minutos para el final (74-60). Los últimos esfuerzos visitantes al menos dejaron un marcador más ajustado como resultado final (80-71).