“Salimos a la cancha pensando en que el mañana no existe”, aseguraba Printezis al descanso en el micrófono inalámbrico de la Euroliga. No se equivocaba el griego que, para entonces, había terminado el primer cuarto con 13 puntos. Junto a Hanga protagonizó un arranque muy inspirado (ambos jugadores anotaron 7 de los 9 primeros puntos de sus respectivos equipos). El 19-16 final dejaba clara la igualdad. El Baskonia llevaba 1 de 8 en triples. Bourousis, al que muy pocos esperaban, entró en cancha.

También estaban las cosas equilibradas en el minuto 14 (25-25) pero fue cuando el Laboral Kutxa se hundió y encajó un sonrojante parcial de 16-0. Hackett robaba muchos balones y sus compañeros remataban. El Olympiacos colocaba sus líneas defensivas en el centro del campo y Laboral Kutxa no sabía cómo atravesarlas. Además, firmaba un paupérrimo porcentaje de triples. Tras ir 17 abajo, llegó al descanso con menos 14 (44-30). Del mal el menor visto lo visto.

Spanoulis puso la directa en la tercera entrega y disparó a su equipo desde la defensa y las buenas decisiones en ataque (61-41, min. 28). Pero Laboral Kutxa no se rinde nunca y comenzó a recortar diferencias gracias a la presencia de los dos bases en cancha y los triples de Davis Bertans (71-63, min. 36). Los de Perasovic se pusieron a 8 puntos pero no pudieron rematar la remontada. El balance en el Top-16, sin embargo, es muy bueno para los de Perasovic, con 6 victorias y 3 derrotas. Ahora tienen tres partidos en casa y dos desplazamientos.