Los Spurs son oficialmente equipo de Playoffs. Un año más. Son ya 19 las temporadas consecutivas que llevan disputando la postemporada, y en todas ellas salvo en una (la 1999-2000) lo consiguieron alcanzando la barrera de los 50 triunfos. En realidad se podría decir que lo lograron en todas, ya que el curso 1999-2000 fue el del cierre patronal (lockout) que obligó a la NBA a reducir la temporada a 50 partidos. Precisamente aquel año conquistaron el primero de los cinco anillos que coronan a uno de los mejores equipos de la historia de la Liga. Y siempre con la misma figura en el banquillo: Gregg Popovich. El que será el próximo seleccionador de Estados Unidos tras los Juegos de Río , ha sobrevivido a 110 entrenadores en la Conferencia Oeste desde la 1997-98. Un dato escalofriante y totalmente contrario a los postulados de una época en la que prima la búsqueda de la satisfacción inmediata y en la que tanto cuesta apostar por los proyectos a largo plazo.

Pero además de su enésimo éxito deportivo, el técnico también ha sido noticia recientemente por unas declaraciones que muestran su compromiso con la sociedad en la que vive. Es de sobra conocido por su sarcasmo en las ruedas de prensa y por dejar cientos de frases para la posteridad, así como por cortar en innumerables ocasiones a los periodistas. Sin embargo, durante un acto contra el hambre celebrado la pasada semana en San Antonio, no se andó con tapujos a la hora de condenar uno de los mayores problemas que asola a las sociedades modernas: la desigualdad. "Todo el mundo sabe que existe, pero es una situación bastante sonrojante. La gente a la que le va bien debería estar avergonzada si no hace nada para reducir esta brecha. Puede gastar su tiempo colaborando con organizaciones, donando dinero o haciendo ambas tareas. Es una responsabilidad que no se puede negar. Si lo haces, la vergüenza recae sobre ti", expresó Popovich. No es muy común ver a personajes conocidos y exitosos luchar contra la desigualdad con tanta claridad.