Esfuerzo titánico de los Memphis Grizzlies en la madrugada del domingo al lunes. Marc Gasol y compañía remontaron hasta 21 puntos de diferencia en una gran segunda parte para derrotar a los Boston Celtics. Zach Randolph, que se convirtió en el único jugador que ha logrado esta temporada dos partidos de +25 puntos y +10 rebotes desde el banquillo, lideró a los Osos con 25 tantos y 13 rebotes. Los de Tennessee (21-18) vencieron por quinta vez en los últimos siete encuentros y dejaron tocados a los pupilos de Brad Stevens (19-18), salen de los puestos de playoffs), que han caído en cinco de sus últimos seis.

"Nunca va a ser fácil. Simplemente no somos ese tipo de equipo", decía tras el partido Tony Allen (doble-doble, 15+10). Y tiene toda la razón. Con la plantilla que tienen los Grizzlies y el nivel que están ofreciendo este curso, la realidad es que va a ser difícil que ganan muchos partidos de forma sencilla. La increíble remontada de ayer es una muestra más del corazón de un equipo que lleva muchos años ganando partidos de este tipo. Mucha experiencia.

Isaiah Thomas, que sumó 35 puntos (11-19) y repartió ocho pases de canasta, anotó un triple con el tiempo cumplido que hubiera llevado el choque a la prórroga. Antes había fallado Avery Bradley, que volvía después de perderse tres partidos (cadera), tras robo del propio Thomas. Marc Gasol sigue poco acertado en ataque (11 puntos, 5-17 en los tiros), pero sí tuvo un papel importante en defensa, por donde siempre ha empezado el juego de estos Grizzlies.

"Es frustrante, seguimos encontrando maneras de perder partidos. Jugamos a nuestro juego la primera mitad. En la segunda, jugamos al suyo. Hay que felicitar a Memphis", admitió Thomas.