BILBAO 85 - ESTUDIANTES 91

Lección de personalidad y clase de Brizuela en Miribilla

El joven escolta del Estudiantes se alió con Jaime Fernández y Juancho Herrnangómez para dejar muy lejos la Copa de Bilbao. La zona colegial cambió el partido.

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ACB

Un genio anda suelto. Darío Brizuela es su nombre. Salió el donostiarra a una de las canchas más calientes de la ACB y se lo puso por montera. Las metió de todos los colores con enorme personalidad. Tiros lejanos, el uno contra uno cerca del final ante Bertans y un catálogo de movimientos que le encumbran como un producto muy interesante para la Selección en poco tiempo. Con Juancho Hernangómez y Jaime Fernández forman el Big Three de los modestos. Menudo futuro en manos de estos osados artistas, a los que tratan de apadrinar los curtidos Xavi Rey y Nacho Martín. Jaime tenía una espina clavada del año pasado, no se le olvidará jamás aquel tiro lateral en el último segundo, completamente solo tras el despiste de Dejan Todorovic, que les podía haber dado la victoria. Al Dominion la Copa le queda tan lejos como lo que separa Bilbao de A Coruña. Si no defiende es vulgar.

Empezó el Estu muy mecánico; sin acierto: sólo anotaba con mate (descorchó el partido con cuatro seguidos). Mumbrú y Bertans llevaban 1/10 de tiros entre ambos y tuvieron que ir afinando el punto de mira. El letón se sacó mucho más adelante un matazo que puso la platea en pie.

Una zona 2-3 muy adelantada, dejando mucho espacio a la espalda, rompió el ritmo de los locales, que hasta entonces llevaban la velada muy controlada. Sito retiró al cinco, no había una referencia en el poste bajo y el equipo se lió al ver tan comidos los espacios. Fue generándose una ansiedad, con pases demasiado horizontales y el problema en el rebote (los largos y los propios del tirador) le mataron. Pasa hasta en las mejores familias: vienes de un partido de enorme ritmo ante el fogoso Trento, eres líder europeo, te llega un Estu con 1-9, arrancas sobrado, recuperas terreno con facilidad cuando el enemigo intenta desahogarse… y acabas engullido en una espiral.

Para el Estu fue un partido típico de este año, viajando a remolque, con ocho puntos de desventaja en el 66-58 cerca de entrar en el último cuarto. Pero pudieron cambiar el ritmo defensivo. El Bilbao, tan obsesionado con que no atacaba bien, dejó de defender con consistencia y la ansiedad por tener que ganar le consumió. Salgado se erigió en el jugador en activo con más asistencias en ACB, con 1.502 aunque se supone que hoy le pasará Navarro.

El Bilbao lleva la Copa entre ceja y ceja. Y a estas alturas el Estudiantes no parecía que estaba para borrar misiones tan marcadas en el rostro de un rival con pedigrí europeo. En Miribilla les cayó a los colegiales la segunda victoria del curso llovida del cielo. “Jugando así no tienes que ir a la Copa, estoy hablando del entrenador primero. La defensa es vital”, explicó Sito Alonso.