SIXERS 105 - NUGGETS 108

No hay manera: los Sixers, 20 derrotas en 21 partidos

Philadelphia mandó durante casi todo el partido y estaba 102-98 a falta de dos minutos. Entonces encajó un parcial de 0-10 y volvió a perder. Gallinari, 24 puntos y 7 rebotes.

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No puede ser. Los Sixers volvieron a perder, esta vez ante los Nuggets (105-108). Y están 1-20. Más derrotas, cinco más, de las que han sumado los Warriors desde el inicio de la temporada pasada. Claro que si se añaden las diez con las que cerraron esa temporada pasada, son 30 en 31 partidos. Todos menos el de los Lakers que les sacó al menos de las cuentas de récord. Pero el desastre sigue. Quizá no para los despachos, felices con el tanking (el proceso es el eufemismo que utilizan) pero sí para los jugadores, que se esfuerzan al máximo pero que no están en situación de ganar. Sin veteranos, sin referentes en los minutos calientes. Y esta vez hasta sin Jahlil Okafor, que cubre su sanción interna de dos partidos por sus cosas fuera de la pista.

Con todo, los Sixers reman hasta el final. Y han rozado la victoria en otro puñado de partidos, pocas veces como en este: casi todo el partido por delante, ventajas de diez puntos y 102-98 con dos minutos y medio por jugar. Entonces enlazaron, otra vez, fallos y pérdidas (algunas groseras) hasta encajar un 0-10 que cerró el partido antes del triple final, casi una cruel ironía, de Covington. Los Nuggets tras ocho derrotas seguidas, han cogido aire en el Este: victoria en Toronto, victoria en Philadelphia. Pero esta última sin presumir. Nada de nada.

Los Sixers acabaron con un 15/31 en triples que había sido 9/14 al descanso. El tiroteo y una absoluta desconexión de su rival les permitieron escaparse (máxima 76-65, en el tercer cuarto). Entre Canaan, Covington, la hiperactividad de McConnell y el trabajo sucio de Holmes, el equipo de Brett Brown hacía más que un rival dormido, muy apagado hasta que se quitó las legañas Gallinari (24 puntos y 7 rebotes al final tras llegar con 6 puntos al descanso). Con la ayuda de Barton, Nelson y un Faried que arregló su actuación en el último cuarto. Suficiente porque enfrente había un contrario que se suicida sistemáticamente en los finales igualados. Y que no sacó partido de un partido confuso de Mudiay, que ha topado con un temprano rookie wall: 10 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias pero 7 pérdidas y 4/12 en tiros. El jugó mal, Okafor no estuvo. Así que no hubo duelo de novatos de primera categoría. Sí un partido entre dos de los peores equipos de la NBA y en el que ganó, sencillamente, el menos malo.