Francia se luce ante su afición en el pabellón más abarrotado de la historia del Eurobasket (26.135 espectadores), el Pierre-Mauroy de Lille. Tras una fase de grupos en la que los galos ganaron los cinco partidos sin apenas despeinarse y donde las rotaciones fueron un factor constante para alcanzar esta fase final de la mejor forma posible, Francia venció a Turquía por un contundente 76-53.

El equipo otomano le planteó un partido muy defensivo en el inicio a los de Collet; y con un Ali Muhammed (9 puntos) en plan estelar y Erden (7 puntos) bien plantado en la zona, se fueron del 1º cuarto con una ventaja mínima (17-18). Incluso el técnico francés tuvo que pedir un tiempo muerto porque sus chicos no reaccionaban (22-25) ante una Turquía que mostró una intensidad muy alta. Esta situación iba a quedarse en un simple anécdota.

Cuando salió la segunda línea francesa a pista se terminó la historia (puntos desde el banquillo: Francia 35 - Turquía 13). Lauvergne (12 puntos, 5 rebotes y 1 asistencia), Fournier (12 puntos, 6 rebotes y 2 asistencias) y Gelabale (6 puntos y 1 rebote) sentenciaron el encuentro antes de llegar al descanso junto con De Colo, que fue el mejor del partido con 15 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. Los turcos no supieron como parar la sangría bleu y estuvieron durante cinco minutos sin anotar un solo punto, encajando un parcial de 14-0 y marchándose al descanso con un 36-26 que pesó como una losa a los de Ataman.

A partir de ahí, la segunda parte se convirtió en un paseo militar para una Francia, que con el modo crucero activado, fue llevada en volandas por una afición entregada a su selección. Superaron en todas las facetas del juego a Turquía, sobre todo en robos (10-2). Ilyasova fue el mejor para los de la media luna con 14 puntos y 10 rebotes. El último cuarto terminó con un parcial de 25-4 y ocho triples seguidos fallados por los otomanos.

Al final, 76-53 y Francia se enfrentará en cuartos de final a Letonia el martes día 15.