En julio se abrirá el mercado de fichajes de la NBA, donde usted tiene que firmar un nuevo contrato, y la última semana de junio Sergio Scariolo dará la lista para el Eurobasket... ¿cuándo sabrá si estará o no en el torneo?

—Una vez que tome la decisión sobre mi presencia, veré qué posición tiene la franquicia, me verán cómo estoy físicamente y cómo me ven los próximos cuatro o cinco años... Llevo 14 años seguidos jugando cada verano y en algún momento hay que descansar.

—Con la firma de su nuevo acuerdo contractual con Memphis u otro equipo, ¿la decisión es más de la franquicia en la que juegue que suya propia?

—No tiene nada que ver con que sea año de contrato, creo que es una coincidencia y no va a ser el hecho determinante. Ellos (el equipo) tienen un gran peso en esto. Yo sé, por ejemplo, la posición que tiene Memphis porque llevo siete años allí y es una lucha interna cada verano, una lucha en el buen sentido. Porque ellos saben que a pesar de que hay un riesgo, yo tengo ilusión por estar con la Selección. Siempre empujan... ‘el año que viene, el año que viene’... y obviamente en algún momento tendrán que decir ‘este año sí descansas’. Pero esa decisión no es final hasta que te sientas con ellos, lo hablas y miras los objetivos del equipo. Yo tengo un compromiso con la Selección, pero también lo tengo con el equipo con el que paso ocho o nueve meses al año.

—Si se queda en Memphis ganará más dinero, si se va, menos... También puede firmar dos años y aprovechar el aumento del límite salarial por el nuevo contrato televisivo de la NBA. ¿Hasta qué punto es importante eso para usted?

—Son opciones y como opciones se valorarán. Hay que estudiarlo todo. Pero tampoco creo que sea determinante que suba el límite salarial, no he entrado a valorarlo ahí. Sé que firmando ahora con Memphis ganaría algo más que con otro equipo, pero hablamos de tanto dinero que no tomas la decisión basándote en eso... Para mí lo importante es el equipo, el proceso hacia la victoria.

—Su hermano Pau cambió la Conferencia Oeste por la Este y le ha ido bien, ¿cree que sería más fácil ganar el anillo siguiendo sus pasos?

—En el Este está LeBron James... (risas). Pero obviamente el Oeste es muy competitivo y nuestra División en concreto es la más dura de todos los deportes de Estados Unidos (Memphis, San Antonio, Dallas, Houston y Nueva Orleans). Los cinco equipos han entrado en playoffs, lo cual hace que valores un poco más el trabajo de la temporada.

—¿Y cómo lo valora usted?

—Estoy satisfecho, pero no contento. Existe un margen de mejora importante. El siguiente paso para Memphis debe ser convertirse en un equipo que no sólo se contenta con estar ahí, en playoffs, que es algo que ya hemos conseguido varias veces, sino que hay que avanzar y ser un equipo Top-2 en el Oeste.

—Imagino que su futuro en Memphis dependerá también de los fichajes que haga el equipo.

—Sí, pero una franquicia como la de Memphis es difícil que atraiga a los grandes nombres de la NBA. Lo que Memphis hace es formar a esos jugadores, draftear bien, ver el potencial y formar... ese es el objetivo y la manera de trabajar.

—¿Qué le haría cambiar de equipo?

—Hay demasiadas variables. No sé lo que me tendrían que ofrecer. La primera decisión es mía de ver hacia donde voy y cuando llegue ese momento a ver qué hay. No me van a sorprender con muchas cosas. A mí lo de alrededor no me importa, me importa el equipo, el funcionamiento. Tengo una vida muy sencilla, estar en casa con mi familia, ir al entrenamiento... No tengo necesidad de muchas más cosas, me importa el baloncesto y no sólo el título, sino el cómo intentas ganar, la cultura del esfuerzo y del trabajo diario. Eso es lo que más valoro.