BILBAO BASKET 92-GIPUZKOA 66

Dominion se estrena con un vendaval en el derbi

El Bilbao Basket, asentado como cuarto en la clasificación, abrumó en dos rachas, con Latavious y los veteranos, y el Gipuzkoa careció de carácter.

Bilbao
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Dos terremotos declarados en el epicentro de la zona del GBC y por tramos remotos al aro sacudieron el derbi en el que se estrenó Dominion como patrocinador del Bilbao Basket. Fueron un par de ráfagas que trituraron al equipo de Ponsarnau, carente de dureza mental, ritmo y fidelidad a la esencia del juego. Una ráfaga llegó gracias a los muelles de Williams, que en tres minutos no pisó casi el suelo. Empezó a pegar mates de esos por la estratosfera de Miribilla y los pívots del Gipuzkoa no podían hacer otra cosa más que recostarse con las gafas de tres dimensiones para ver los despegues del norteamericano.

En tres minutos del segundo cuarto rebañó ocho puntos y cinco rebotes y en cuarto se fue a 19 de valoración. No fue menor el dominio de Marko Todorovic, cuyo juego de pies simula a Fred Astaire. El otro fogonazo llegó con los viejos rockeros, la conexión vintage de dos jugadores que son leyenda por caminar juntos en dos clubes. Raúl López y Mumbrú aprovecharon cuatro robos seguidos para empaquetar canastas en el tercer acto (el fuerte de los vizcaínos) y dejar el tema en un desatado 61-42. La pandilla no está al completo si no aparece por allí Hervelle. Se sumó con un triple para pasar al 67-46.

El derbi tuvo esa miga y consagra al Bilbao como cuarto en la liga regular a poco que no medie una hecatombe. En doce segundos tras el salto inicial Mumbrú anotó un gancho de esos marca de la casa para convertirse en el máximo anotador de la historia del Bilbao Basket, superando a Banic. Lo cantó la megafonía y Miribilla desplegó su primera gran ovación de la noche.

Raúl pasó algún padecimiento con Jordan. Ponsarnau quería que su gente desafiase en el uno contra uno y fuera veloz a la canasta, y eso les sostuvo un tiempo. Hasta que llegó el vendaval. El Bilbao se cobra piezas en casa con una facilidad pasmosa. Sólo le ha ganado el CAI. Y eso que esta vez estaba sin el sancionado Dejan Todorovic (cumplió su último partido de castigo), ni el lesionado Wragge. Y tampoco jugó Andjusic, castigado por su deficiente trabajo semanal. La diferencia engordó hasta 92-65 y el público se rindió a Borg, el sueco volador. Su voluntad cautiva. La que no tenía el GBC, de huelga en defensa. El nuevo Dominion Bilbao Basket se agarra a todos los sueños. Davis Bertans, aún hundido tras su grave lesión, estuvo en la grada, lo mismo que el alcalde bilbaínio, Ibón Areso.