El Laboral Kutxa a bajas revoluciones venció al Morabanc Andorra, 89-74, en un duelo en el que le bastó con solo aplicarseen el tercer cuarto para cimentar la victoria y gestionar la renta en el periodo final para no sufrir. La falta de intensidad local en el primer tiempo hizo al Andorra completar buenos 20 minutos con su máxima renta, 34-39. Le bastó al equipovitoriano elevar un par de grados su intensidad en el tercero para someter a los andorranos, 29-11, y cerrar el partido con un intercambio de canastas.

En un desértico Buesa Arena el Laboral Kutxa retomó la competicióndoméstica con el Morabanc Andorra como rival tras las frustradas emociones del jueves ante el CSKA de Moscú. Huérfanos del sancionado Shengelia debido a la trifulca de Miribilla, los vitorianos salieron sin tensión a un intercambio de canastas como si de un entrenamiento se tratara. Causeur fue el más entonado, con ocho puntos en el primer cuarto, mientras los visitantes repartieron sus puntos entre Bogris, Stojanovskiy Bogdanovic para llegar con ventaja al minuto diez, 21-22.

No estaban por la tarea de aplicarse con intensidad defensiva los baskonistas y concedieron un amplio abanico de facilidades bajo su aro a un renacido Jawai que castigó a los postes locales, 29-29 minuto 15. No encontró la manera de jugar sólido el cuadro local que se perdió en jugadas individuales y errores que los ordenados pupilos de Joan Peñarroya supieron convertir en puntos y alcanzar el intermedio con su mayor ventaja, 34-39.

Compareció un Baskonia más intenso y concentrado que, sin jugar a pleno rendimiento desarboló a los andorranos en los primeros cuatro minutos con una docena de puntos seguidos, 46-39. No pudo aguantar el pulso el cuadro visitante que se diluyó en cuanto aparecieron por el camino los primeros obstáculos que le plantó el equipovitoriano. Un 22-4 en seis minutos y medio, 56-43, le otorgó el colchón de seguridad suficiente al Laboral Kutxa para empezar a atisbar el triunfo número 12 de la fase regular.

Con el parcial de 29-11 del tercer periodo el partido quedó visto para sentencia, 63-50, a falta de dejar transcurrir los diez minutos finales sin que apareciera la relajación que pudiera meter en problemas a los locales. El duelo derivó otra vez al intercambio de canastas del primer cuarto pero ya supo gestionar el Baskonia su ventaja para alcanzar el bocinazo final con una nueva victoria. Los visitantes sufrieron además la técnica descalificante de su entrenador Joan Peñarroya al reclamar a los colegiados una acción de juego y enfiló el túnel de vestuarios a falta de seis minutos para la conclusión.