Tirando de clásicos, en la Fonteta ganó "el que más lo necesitaba". Valencia Basket se acerca con esta victoria a la Copa del Rey que de otra forma se le habría puesto muy complicado. Del otro lado, la Penya llegó a Valencia con un colchón tan grande que por momentos pareció que se dejaba ir. Con la Copa ya en el bolsillo, dos bajas importantes y con solo Mallet enchufado, al final el rodillo taronja les pasó por encima, aunque es cierto que estuvieron dentro del partido hasta el ultimo cuarto.

El hombre del partido fue Pau Ribas. El badalonés lideró al Valencia y rompió la racha del equipo que le vio crecer: seis victorias consecutivas. Fue el máximo anotador (16 puntos), mejor valorado (18) y el que más asistencias dio a sus compañeros (5). Pero sobre todo fue el líder y el alma de Perasovic en la cancha. El Valencia no es ahora mismo una máquina engrasada pero con individualidades como la de Pau, Harangody y Dubljevic le vale para ganar partidos que tiene que ganar, como este.

Valencia y Joventut empezaron muy flojos. Agarrotados por la ansiedad los locales y relajados los visitantes el primer cuarto fue un horror (12-14). Ahí cogió el mando Ribas y con 8 puntos seguidos lanzó a Valencia. La Penya, apoyado en un gran Mallet, aguantaba el primer pulso.

Tras el descanso, Sato (¡Cuánta falta le hace el mejor Sato al Valencia!) empezó a sacar ventaja de su poderío físico cerca del aro y los taronja empezaron a despegarse, aunque el duelo no acababa de romperse, más por errores de los locales que por empeño visitante. Sólo en el último cuarto, Valencia se vio ganador. Pau Ribas, Loncar y dos canastas seguidas de Dubljevic lo dejaron a tiro. Un robo de Aguilar con 2+1 tumbó definitivamente a la Penya y dejó su marca en seis triunfos seguidos.