Los Grizzlies continúan con su marcha casi imparable hacia la gloria. Liderados una vez más por Marc Gasol (23 puntos, 8 rebotes, 3 asistencias, 1 robo y 2 tapones), con la sufrida victoria ante los Pistons firman ya el mejor arranque de la historia de la franquicia en la NBA: 9-1. Ninguna plantilla grizzlie había ganado nueve de los diez primeros partidos de una temporada desde el inicio de la andadura del equipo en Vancouver en 1995. Con residencia en Canadá, ni se acercó al actual récord, más bien todo lo contrario: 2-8, 1-9, 4-6, 4-6, 3-7... Ya en Memphis (2001-02), no mejoró mucho la cosa ni con la llegada de Pau Gasol: 1-9, 0-10, 5-5, 4-6... hasta 2005-06, con un 7-3 que fue un oasis en un desierto de malos arranques. De hecho, en las últimas cuatro campañas, podría decirse que las mejores de los Grizzlies ya con Marc, los inicios no habían sido espectaculares, salvando el de 2012-13, un 8-2 que hasta ahora era el mejor registro a estas alturas de competición.

Memphis no arrasa a sus rivales ni domina por completo los partidos, pero gana y marca el récord más limpio de la Liga (podrían igualarlo está noche los Rockets en Oklahoma City). Sólo en dos de sus nueve triunfos ha vencido por una diferencia de dobles dígitos, ante los Pelicans (93-81) y contra los Suns (102-91). Es más, en seis ocasiones han ganado por cinco puntos o menos. Y su única derrota fue el ajustado 93-92 en Milwaukee. Anoche no fue una excepción a esta norma de victorias salpicadas de cierta agonía. Hubo mucha en el anterior encuentro contra los Kings, resuelto con un increíble buzzer-beater de espaldas de Courtney Lee. Ante Detroit, la victoria fue ligeramente más tranquila, pero sufrida y muy trabajada. "Supongo que la gente en casa estará más feliz", dijo Marc. "Nosotros estamos acostumbrados a esos finales, es más difícil verlos que jugarlos".

Los Pistons, con una soberbia actuación saliendo desde el banquillo del ex de Lucentum Alicante y Real Madrid Kyle Singler (21 puntos con 5/7 en triples en casi 27 minutos), pelearon hasta el final, pero se toparon con el dominio abrumador en la pintura del equipo de Tennesee. Al margen de la presencia inteligente de Marc Gasol, los 22 rebotes de Zach Randolph, a los que unió 17 puntos, y los buenos minutos del griego Koufos al inicio del último cuarto fueron demasiado para Monroe (16 tantos y 11 capturas) y Drummond (6 y 10).

Al descanso se llegó con un incierto 51-50 para los Grizzlies provocado por tres triples casi consecutivos de Singler. Y la igualdad se mantuvo hasta los últimos minutos, cuando Marc, con su privilegiado conocimiento del juego, y la energía de Lee y Conley decidieron.