El Valencia Basket lleva sólo dos partidos en esta Euroliga y ya las ha vivido de todos los colores. Si en el debut rayó a un nivel notable y perdió, en el Abdi Ipekçi sencillamente hizo el ridículo en los dos primeros cuartos y lo bordó en los dos últimos. Tanto que estuvo muy cerca de remontar al Galatasaray 28 puntos de desventaja. Remó tanto que Rafa Martínez tuvo un triple para ponerse a dos puntos a falta de 50 segundos. Pero esto es Euroliga y los errores se pagan muy caros.

La bronca que debió pegar Velimir Perasovic en el descanso a sus jugadores debió ser descomunal. Simplemente el Valencia Basket no compareció en el Abdi Ipekçi en la primera parte. Poco análisis tienen los dos primeros cuartos que hicieron los taronja en Estambul. Y eso que empezaron con dos triples ilusionantes de Harangody y Pau Ribas en los dos primeros ataques. Hasta el 10-10 se presumía un choque igualado. Puro espejismo. De ahí se pasó al 31-12, 36-14 y mil parciales a cual más escandaloso. La máxima ventaja en la primera mitad fue de 28 puntos (45-17). En ataque, el Valencia no estaba espeso. Estaba lo siguiente. La cerrada defensa turca congeló las ideas taronjas y todos los ataques acaban con un lanzamiento triple… fallado. Arroyo, Aldemir y Micov sumaban y sumaban. Tanto que creyeron que en el descanso se había acabado el partido.

El Valencia salió en el tercer cuarto sabedor de que peor no se podía hacer. Y punto a punto, y liderados por Buycks, fue limando la desventaja. Galatasaray ya no anotaba tan fácil y sólo Arroyo sacaba las castañas del fuego a su equipo a base de talento. Se lo creyó el Valencia pero le faltó partido para la remontada. Una canasta de Harangody les puso a cinco puntos (69-64) a falta de dos minutos. Había tiempo. Pero dos rebotes en ataque de los turcos y el triple fallado por Rafa apagaron las ilusiones taronjas.