La Selección ha tenido que convivir siempre con el sambenito de “equipo de bajitas”, pero ahora es precisamente una pívot española la que domina el Mundial. Lyttle lidera los apartados de valoración (28), puntos (17), rebotes (13) y robos (3), unos números que intentará repetir ante China, el equipo más alto en Turquía (1,87 m de media) y al que Mondelo ve peleando en unos años con EE UU por la hegemonía del basket mundial. Por ahora, es la muralla que separa a España de las semifinales. El último éxito del equipo asiático, que perdió en la preparación ante la Selección (58-55), fue su cuarto puesto en Pekín 2008. Antes, en los 90, ganó la plata en el Mundial del 94 y en los Juegos de Barcelona.

Siglo XXI. Precisamente en esos Juegos, la FEB comenzó a buscar soluciones a su problema en el juego interior. El Siglo XXI formó, con vistas a esa cita olímpica, a dos jugadoras que a la postre se convertirían en las pívots más internacionales: Ferragut (253) y Cebrián (252). Años después, a la pareja de torres españolas se les unieron Pascua y Montañana, que dominó el juego posteando desde su escaso 1,86.

Más tarde llegaron Lima y Nicholls, que se ha afianzado como la mejor aliada en la zona para Lyttle. La caribeña, que obtuvo la nacionalidad en 2010, se estrenó con un bronce mundial y tres años después fue la MVP de una selección de oro, aquella que conquistó el Europeo de Francia en 2013. En esa cita debutó la última pívot del póquer interior español en Turquía: Laura Gil.