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CAMPEÓN HISTÓRICO

EE UU, otro 'equipo A': 9-0 y 33 puntos de diferencia media

Con sólo 24 años de media, el Team USA ha mostrado una de sus versiones más dominantes a pesar de la plaga de ausencias que sufrió. Los números lo corroboran.

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EE UU, otro 'equipo A': 9-0 y 33 puntos de diferencia media
ATLAS

LeBron no estaba aquí, Kobe Bryant no estaba aquí… Era nuestro turno y hemos demostrado que no somos un equipo B de Estados Unidos sino otro Equipo A”. Habla Kenneth Faried, ala-pívot de Denver Nuggets que fue un invitado (a priori) inesperado en la lucha por el MVP y que terminó como ala-pívot del Mejor Quinteto del campeonato. Efectivamente, esta selección de Estados Unidos había sido considerada (por jerarquía de nombres) una versión menor con papeletas para darse un costalazo. Finalmente, salió del Palacio de Deportes con el título mundial, quinto de su historia en una competición en la que han repetido título por primera vez, y una reafirmación de un bloque de jugadores imbricado entre los que ya casi son súper estrellas y los que deberían serlo en un futuro no muy lejano.

Un 9-0 a ritmo de palizas

En un torneo en el que se vaticinaron tempestades que nunca llegaron, Estados Unidos ni siquiera tuvo un día malo (evitarlos era una de las obsesiones de Mike Krzyzewski: véase España) y ganó todos sus partidos por más de 20 puntos, algo que no sucedió desde el histórico ciclo olímpico de Barcelona 92 y Atlanta 96, con el Dream Team y las primeras reuniones de constelaciones NBA. Incluso hace cuatro años en Londres, el considerado por muchos mejor Team USA desde aquel legendario 1992 tuvo que gobernar una rebelión de Lituania en la primera fase (99-94) y la resistencia de España en la final (107-100). Esta vez, ni siquiera el partido por el oro fue un reto. En la exhibición ante Serbia (129-92), Estados Unidos alcanzó la segunda mayor diferencia en una final de este torneo (desde su 137-91 a Rusia en 1994). Si se suman Juegos Olímpicos, sólo hay otra final de diferencia mayor: 65-21 de Estados Unidos a Francia en los Juegos de 1948. El desmantelamiento de una Serbia que no recibía más de 100 puntos en un partido de Mundial desde 1986 (sumando los datos de la extinta Yugoslavia), incluyó el primer paso de la historia por encima de los 100 puntos al final del tercer cuarto (105-67) y la tercera diferencia mayor al descanso de una final (67-41) tras los Juegos del 56 (56-27 a la Unión Soviética) y la citada final del Mundial de 1994 (73-40).

Desarticulando a los rivales en tramos de máxima presión defensiva y ritmo de ataque vertiginoso, el Team USA 2014 se ha ido hasta los 33 puntos de diferencia media, otra vez un dato sin parangón desde el período 1992-96 si se deja al margen su participación en el Torneo de las Américas 2007 (39,5 de diferencia media). De los 43,7 de Barcelona 92 y los 37,7 del Mundial de Canadá, no se había dado una distancia tan amplia. Ni siquiera en Atlanta 96 (31,7) o en los dos últimos Juegos, ya con Krzyzewski y un bloque que incluía a LeBron, Carmelo Anthony, Kobe Bryant y compañía: 27,9 en 2008, 32,1 en 2012. En Turquía 2010, también con equipo de perfil más bajo en el período entre olimpiadas, la media quedó en 24,6.

Un bloque muy joven pero muy preparado

Un logro descomunal para un equipo al que amenazaba el exceso de juventud: apenas 24 años de edad media, la menor del tramo 1992-2014 con la única excepción de Atenas 2004, donde quedó en 23,5 en un torneo decepcionante en el que Estados Unidos perdió tres partidos y acabó con la medalla de bronce, a las puertas de la profunda reflexión y el propósito de enmienda que acabó con la contratación de Krzyzewski y la gestación del Redeem Team, el equipo de la redención. El mítico equipo de Barcelona 92 promediaba 28,9 años y el de Atlanta 96 se iba a 29,4 por los 26,1 de Pekín 2008 y los 25,6 de Londres 2012. Y con la juventud, la inexperiencia: los jugadores de Estados Unidos sumaban once presencias en el All Star, cinco en la última edición de 2014 (DeRozan, Irving, Harden, Davis y Curry). Ninguno ha ganado un anillo y el mayor logro individual en NBA es el MVP de Derrick Rose, en 2011 y antes de su pesadilla con las lesiones. Y aunque tenía tres números uno de draft (Rose, Irving y Davis) y nueve top ten (todos menos Klay Thompson, Kenneth Faried y Mason Plumlee), su experiencia total en playoffs es de apenas 168 partidos (55 de ellos de James Harden). Un contraste brutal con los, por ejemplo, 105 que ha disputado él sólo Pau Gasol. Y no digamos si se compara con el Dream Team de Barcelona (68 All Star, doce anillos, nueve MVP de Regular Season y siete de finales concentrados en el trío Magic Johnson-Michael Jordan-Larry Bird) o el equipo de Londres 2012 (43 All Star, 7 anillos, cuatro MVP de Regular Season y tres de Finales).

Números de récord

El 9-0 con el que ha cerrado su pasó por España la selección estadounidense deja su marca de triunfos seguidos en partidos de Mundial en 19, récord absoluto de cualquier equipo. Y agranda la leyenda de Coach K, un Krzyzewski que inició el proyecto en 2005 y firma hasta ahora 75 victorias en 76 partidos (98,7% de triunfos). Su última y única derrota en partido oficial al frente de EE UU es, de hecho, la de semifinales del Mundial de Japón ante Grecia: 95-101 el… 1 de septiembre de 2006. Desde entonces y tras sellar el bronce en Saitama, 10-0 en el Torneo de las Américas 2007, 8-0 tanto en los Juegos de Pekín como en los de Londres y 9-0 en los Mundiales de Turquía y España. Un total de 44-0 en cinco torneos con una diferencia media de 31,4 puntos.

En España Estados Unidos ha vuelto a superar los 100 puntos de media por partido (104,6), dejando muy atrás los 92,8 de Turquía y más cerca de sus mejores versiones olímpicas: 117,3 en Barcelona 92 (y 120,1 en el Mundial de 1994), 102 en Atlanta 96, 106,2 en Pekín y 115,5 en Londres. Estados Unidos no sólo ha liderado el Mundial en puntos anotados, también lo ha hecho en porcentaje de tiro (52,3%), rebotes (44,8), asistencias (20,4) y robos (12,1). Y ha sido segunda en porcentaje de triples (40,1%) y tercera en tapones (5,6), además de haber estado por debajo de la media en pérdidas de balón (decimotercera con 13) y faltas cometidas (decimoquinta, 19,8). La valoración media se ha ido hasta 127,3, muy lejos del segundo del ranking, que fue finalmente España con 101,1.

La fuerza del bloque

Chris Sheridan, periodista norteamericano con casi un cuarto de siglo de experiencia siguiendo a la selección de EE UU, aseguraba tras la consecución del título que este era un equipo muy especial en el que “nunca sabes quién va a matarte pero siempre hay uno que te mata”. Y los números le dan la razón: pocas veces se ha visto un Team USA tan colectivo, sin ningún jugador entre los diez primeros en anotación (decimoctavo Harden con 14,2) y valoración (undécimo Faried con 17,8) y ningún jugador por encima de los 24 minutos por partidos de Kyrie Irving. De hecho, hasta seis jugadores del roster de Coach K han firmado más de diez puntos por partido: Harden, Klay Thompson (12,7), Kenneth Faried (12,4), Anthony Davis (12,3), Kyrie Irving (12,1) y Stephen Curry (10,7). Y Cousins lo ha rozado con 9,6. En el Mundial 2010 sólo lo logró Kevin Durant, que acaparó el peso ofensivo cn 22,8 puntos en 28,2 minutos de media. Si miramos de nuevo los equipos de Londres 2012 o Barcelona 92, también sale airoso esta última y finalmente extraordinaria versión del Redeem Team: en Londres hubo cinco jugadores en dobles cifras de anotación (Durant 19,5, Carmelo 16,3, LeBron 13,3, Kobe 12,1 y Kevin Love 11,6). Igual que en el Dream Team: Barkley (18), Michael Jordan (14,9), Karl Malone (13), Chris Mullin (12,9) y Clyde Drexler (10,5).