Los San Antonio Spurs han llegado a un acuerdo con el ala-pívot francés Boris Diaw para renovar su contrato por las próximas tres temporadas y un total de 22 millones de dólares. El jugador, que cumplió 32 años en abril, es una de las piezas clave de un Gregg Popovich que se enamoró de su juego y consiguió enderezarle después de una carrera llena de altibajos. Diaw llegó a la liga con 21 años para jugar en los Atlanta Hawks. Desde un primer momento se le vieron condiciones para tener una carrera longeva, pero su desidia hacía enloquecer a sus entrenadores. Cuajó bastante bien en Phoenix haciendo pareja con Amare Stoudamire, e incluso cuando lo traspasaron a Charlotte siguió a buen nivel. Pero en una franquicia sin aspiraciones se diluyó. Hasta que le llamó Popovich.

Sus números no son mejores, pero es mejor jugador, más efectivo y más importante para el equipo. Sus 'intangibles', su buena conexión con Duncan y su calidad en un equipo que necesita jugadores capaces de mover rápido el balón, sean bases o pívots, es vital. Lo demostró en las últimas Finales volviendo loca a la defensa interior de Miami. Lo hace todo muy lento, pero ve el baloncesto más rápido que muchos.