"Es la primera vez que hemos estado tan cerca de alguien que está muy lejos". Con estas palabras quiso dar la bienvenida José Luis Sáez, presidente de la FEB, a las integrantes de la Selección Sub-17 femenina. Las chicas dirigidas por Víctor Lapeña se quedaron a un suspiro (77-75) de conseguir la medalla de oro en la gran final ante Estados Unidos. "El futuro es vuestro", les comentaba Ana Muñoz, Directora General del CSD, quien no quiso perderse la oportunidad de recibir a este grupo de jugadoras como se merecen.

Con algo de retraso, el futuro del baloncesto español aterrizaba en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas. Inmediatamente después, se dirigieron al Mesón Txistu, donde la Federación les preparó una acogida acorde a lo que se merecían. 

A su llegada, las integrantes posaron sonrientes con su medalla, aunque como reconocía Ángela Salvadores, la MVP de la competición (imposible no acordarse de sus 40 puntos anotados en el partido por el título), el día después de la derrota el regusto aún sigue siendo amargo. "Tanto a las compañeras como a mí no nos sabe a oro. Todas sabíamos que podíamos ganar y lo tuvimos muy cerca. A lo mejor dentro de unos días o unas semanas sabe mejor. Pero hoy a mí me sabe a plata", destacó la escolta, quien pese a su corta edad muestra un carácter competitivo admirable.

"Es un grupo excepcional, magnífico", destaca su Seleccionador, cuyo cuerpo técnico ha tratado de "inculcarles el valor de ser buenas compañeras e ilusión". El aragonés admitió "haber tocado" el oro, del cual se vieron alejados por "detalles". Sin embargo, se mostró mucho más consciente por lo logrado que sus pupilas. "Estamos muy satisfechos por haber llevado al límite, hasta el último segundo a Estados Unidos", comentó.