Solo puede quedar uno. Valencia y Cajasol se miden esta noche en La Fonteta en un duelo a muerte en el que habrá vencedores y vencidos. Nadie quedará indiferente. Uno seguirá adelante, otro dirá adiós a la temporada.

Segundo match-ball para los taronja que desperdiciaron una buena oportunidad el pasado sábado en la cancha de su rival que hoy intentará darle la vuelta a la eliminatoria después del vapuleo que sufrió en el choque inicial precisamente en el escenario de esta noche. Valencia Basket ha demostrado durante toda la temporada ser muy superior a Cajasol, al que le tenía tomada la medida hasta el último de sus enfrentamientos.

Perasovic y Aíto fían sus bazas a la inspiración de Doellman y Satoransky. El primero, más ayudado por sus escuderos que el segundo. Sato y Van Rossom se antojan primordiales para aniquilar desde el exterior a la espera de la siempre importante aportación de los hombres de la pintura. Ahí entra también el poderío de los sevillanos con Porzingis y Landry, entre otros.

En Valencia tienen en mente el duro revés que supuso la eliminación del año pasado. Tras su brillante temporada, con título europeo incluido, sería muy decepcionante quedar fuera a las primeras de cambio. Pero en un partido así puede pasar cualquier cosa. El factor cancha suele resultar determinante pero las estadísiticas, y en eso se ampararán en Sevilla, están para romperlas y reescribirlas.