Mientras el Valencia iba a la caza de su tercer título europeo, el Madrid recibía alejado de los focos, en partido aplazado de la jornada 28, a un FIATC Joventut obligado a reinventarse en tiempo de crisis. Hasta nueve jugadores formados en su cantera han pasado ya por el primer equipo en esta Liga Endesa. Y no le va mal, todavía en la pelea por colarse en los playoffs. Si lo lograra, si fuera octavo, se cruzaría en cuartos de final con los de Laso.

El equipo verdinegro dio la talla en el Palacio. Entró pronto en la espiral de un duelo fluido, con intercambio de canastas a toda pastilla, con muchos triples. Para el Madrid eliminar al Olympiacos y meterse en la Final Four fue como para un oficinista irse de vacaciones. Apenas dos días y medio libres para la plantilla, suficientes para limpiar la mente, lo que más necesitaba.

El partido nació y murió con poca defensa y escasa exigencia física (hasta 18 rebotes cedieron bajo su aro los locales), pero con buen ritmo de ataque. La mejor noticia para los blancos, el regreso anotador de Jaycee Carroll: 18 puntos, cuatro triples y la velocidad de toda la vida para salir de los bloqueos y levantarse. Lo peor: el golpe que sufrió Rudy en un dedo de la mano derecha que ya traía tocado de la batalla con el Olympiacos. Sólo un susto. A dos semanas de la Final Four, cualquier lesión puede marcar la temporada. Cruce de dedos continuo. El alero mostró un nivel muy alto mientras estuvo sobre el parqué.

La ovación de la tarde fue para Slaughter. La afición está con el Rey de Baviera. Gustó su exhibición de madridismo sobre el césped de Múnich. Cuando aún resonaban los aplausos, ya se había colgado del aro por primera vez. Transmite. Xabi Alonso, un habitual en Goya, le devolvió su apoyo desde la grada en este partido. Comunión de club. 

Mucha rotación y elevado acierto en el lanzamiento (24 triples entre ambos y un porcentaje conjunto superior al 45%). Llovet y Shurna hacían pupa por fuera y Miralles completaba un trabajo serio en la pintura: 59-53, minuto 24. Pero la Penya no aguantó más, soltó la goma y el Madrid se disparó hacia la centena, primero con Llull (14 puntos y +16 con él en pista, como con Darden, por cierto) y luego con Sergio Rodríguez (18; 9 asistencias y 25 de valoración). El último cuarto terminó en paseo anotador, otra vez con un marcador NBA: 106-88. Un escalón más cerca de asegurar matemáticamente el liderato. El domingo espera el CAI, de nuevo en el Palacio. Y al Joventut le visita el UCAM Murcia. Duelo vital para sus opciones de playoff.