EUROLIGA | PLAYOFF DE CUARTOS DE FINAL

El CSKA en Moscú y el Maccabi en Milán ganan en la prórroga

El Panathinaikos llegó cinco puntos arriba a los últimos tres minutos, pero Weems (21 puntos) resultó clave. En Milán, el Armani acariciaba el triunfo hasta que Rice forzó la prórroga.

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El CSKA de Moscú sufrió mucho para llevarse el primer partido de la serie contra el Panathinaikos por 77-74. De hecho, los locales necesitaron una prórroga a la que casi dieron gracias por conseguir llegar. Con menos de tres minutos por jugar del último cuarto, los atenienses se colocaron cinco arriba (62-67), pero cuando empezaban a acariciar la sorpresa apareció, imponente, Sonny Weems, que anotó ocho de sus 21 puntos desde ese momento, incluidos dos triples fantásticos.

La prórroga no respondió a la espectacularidad de los minutos anteriores y se la llevó el CSKA por un pírrico 5-2. El Panathinaikos estuvo sin anotar los últimos cuatro minutos y dejó escapar una gran ocasión para recuperar el factor cancha. Weems aparte, los moscovitas disfrutaron de buenos partidos de Khryapa (17 puntos 11 rebotes) y Kyle Hines (15 y 8). Los máximos anotadores del PAO fueron Maciulis y Lasme con 14 puntos cada uno. El viernes, de nuevo en Rusia, se disputa el segundo encuentro.

Sorprende el Maccabi.

En Milán, el Emporio Armani acariciaba la victoria y entró al último cuarto doce puntos arriba (70-58). Diferencia que mantuvo hasta los últimos minutos: 82-70. Lo vio tan cerca, ese primer paso hacia la Final Four que organizará, que se encogió. Y el Maccabi sacó su orgullo de campeón. Ocho puntos de Ricky Hickman (26 y 36 de valoración) y nueve de Tyrese Rice (17) en el tramo final resultaron fundamentales para forzar la prórroga. Aunque antes de llegar a ella, con 86-87 en el marcador y sólo siete décimas en el electrónico, Keith Langford (máximo anotador de los locales con 18 puntos) encestó el primer tiro libre y falló el segundo: 87-87. El cañonero de la Euroliga lo tuvo en la mano; falló. Extra time. Hasta el 99-101 final, hubo muchísima emoción y pudo ganar cualquiera.

También brillante estuvo Schortsanitis (17 en 15 minutos). Imparable bajo el aro, como siempre. Ahora, el Maccabi recupera el factor cancha y, tras jugar este viernes el segundo duelo en Milán, podrá decidir en el Yad Eliyahu de Tel Aviv. O no.

Después del encuentro, Rice aseguró todavía emocionado: "Viví uno de los finales más increíbles de toda mi carrera. Nunca nos rendimos y mantuvimos la concentración. Econtramos el camino para la reacción y entonces sucedieron cosas alucinantes".