El Fuenlabrada cerró la primera fase de la Eurochallenge -en la que ya estaba clasificado para la siguiente ronda, como segundo- con una victoria sobre el Nitra eslovaco, en un encuentro en el que estuvo siempre por encima en el marcador, pero que no sentenció hasta los últimos minutos.

La diferencia entre los dos equipos no tardó en aparecer, y eso que el Fuenlabrada, una vez más y siendo consecuente con la premisa marcada por Porfirio Fisac desde el comienzo de la competición europea, estaba utilizando a los menos habituales en liga.

La intención del entrenador es la de dar minutos a quienes menos están jugando en la liga Endesa, para que cuando se les requiera estén al nivel que sus compañeros y cuenten con el ritmo de competición.

Así, tras unos primeros instantes en los que el marcador se mantuvo parejo, Sergio Sánchez se erigió como el hombre que iba a marcar la diferencia, siete puntos seguidos suyos, los primeros del Fuenlabrada en el encuentro, harían que su equipo se pusiera por delante en el marcador y estableciera algo de distancia, la cual se mantendría el resto del encuentro.

El hecho de que el equipo estuviera ya clasificado para la siguiente fase, para el ''Last16'', como segundo de grupo, y el que sobre la pista estuvieran los jugadores menos habituales, provocó demasiados errores en defensa y en ataque, con lo que sólo al final conseguiría separarse en el marcador cómodamente por encima de los diez puntos.

El final del primer cuarto llegaría con un 27-16 en el marcador, once puntos arriba que se ampliaría durante el segundo periodo aunque unos últimos minutos en los que hubo algo de relajación, algunas pérdidas que permitieron contraataques y momentos de lucimiento personal de algunos de los jugadores más atléticos del equipo eslovaco.

Así el descanso llegaría con 53-44 en el electrónico, con lo que el Nitra se imponía en este parcial. Era el momento en el que Sene, Barton y Sergio Sánchez debían encarrilar la victoria con actuaciones personales importantes, algo que conseguirían. A estos ayudaría la aportación de Penney y Mainoldi para cerrar el triunfo.

A la vuelta del vestuario el Fuenlabrada continuó con demasiadas imprecisiones tanto en ataque como en defensa que se fueron corrigiendo según pasaban los minutos. Aún así consiguió imponerse en el marcador parcial.

Y no fue hasta el final consiguió imponer distancias y dar una alegría a su afición. El hecho de que el conjunto eslovaco jugara todo el encuentro con los mismos jugadores, hubo cuatro en el banquillo que no saltaron a la cancha, y el quinto, Vido, sólo disputó unos minutos ante la acumulación de faltas de Majok que ponía su concurso en el partido en el tercer cuarto.

El cansancio y la mejora del juego según pasaron los minutos permitió ampliar la ventaja en los últimos minutos, hasta conseguir una diferencia de dieciséis puntos, que se reduciría a trece al final del encuentro.