Pau Gasol fue el protagonista del gran susto para los Lakers en la derrota en el Staples ante Denver. El ala-pívot español se hizo daño en una rodilla y está pendiente de las pruebas que arrojen más luz sobre su lesión, que en principio no parece ser grave. En los Lakers, sin embargo, extreman precauciones con los playoffs a la vuelta de la esquina.

El propio jugador reconoció tras el partido que tiene molestias pero que espera no tener problemas graves: "Me duele y siento que no puedo estar con la fluidez normal. Siento que me duele pero no me quema, hay que esperar a las pruebas para saber qué es y en qué momento podré volver a jugar, pero espero que no sea nada grave".

La jugada tuvo lugar en el tercer cuarto del partido que cortó la racha triunfal de los angelinos: Gasol cayó en una postura peligrosa para su rodilla derecha tras recibir una falta de Nene, pívot de Denver. Tras pasar por el banquillo y el vestuario, Gasol jugó once minutos más ya que los médicos de los Lakers consideraron desde un primer momento que no eran preocupantes las molestias que sufría el español. En cualquier caso, el equipo angelino quiere cuidar al máximo la situación ya que los playoffs están a dos semanas vista y ahora mismo lo más importante es que todo el equipo llegue en perfectas condiciones más allá de arrebatar la primera plaza del Oeste a los Spurs y toda vez que el segundo puesto de la Conferencia parece asegurado tras la victoria ante unos Mavericks que parecen estar perdiendo gasolina en el tramo final de la temporada.