El Asefa Estudiantes ganó un partido al ataque y casi sin defensas en Roanne, al Chorale, por 89-93 y consiguió su quinto triunfo consecutivo (tres en ACB y dos en la Eurocopa) que da la vuelta a la tortilla a su mal comienzo de temporada.

Los ataques superaron a las defensas en los dos primeros cuartos del partido y así lo atestiguó el marcador con empate a 25, al término de los primeros diez minutos de juego, y 46-47 cuando los equipos se marcharon a vestuarios.

El Asefa Estudiantes se apoyó en la experiencia y calidad de Hernán ''Pancho'' Jasen y Nick Carner-Medley, además de en un buen porcentaje de acierto en el triple con 6 de 11 en los primeros veinte minutos. Por parte local, el rocoso pívot Nsonwu y el ex jugador del Joventut Luka Bogdanovic fueron de los más destacados de un equipo que intentó explotar su superioridad física en todo momento.

Los madrileños jugaron sus mejores momentos en la salida del segundo cuarto, donde consiguieron un parcial de 0-7 en los primeros momentos, para conseguir una ventaja máxima de 9 puntos, 29-38 (min.14), que no pudieron conservar hasta el descanso.

Dos triples de Tyrone Ellis propiciaron otro buen inicio de parcial, el tercero, del equipo colegial, que recuperó los nueve puntos de ventaja, 53-62, y otra canasta de tres más del norteamericano (5 de 7 tras la línea de 6,75 metros) alargaron la máxima renta hasta los once puntos, 62-73.

Al término del tercer periodo el 69-75 que reflejó el marcador fue una nueva demostración de las rápidas transiciones de ambos equipos y de unas defensas relajadas y sin mucha tensión.

El Chorale, sin embargo, no tiró la toalla y tras un parcial de 7-0 consiguió igualar el luminoso a 79 a falta de los seis últimos minutos de partido, en los que el desconcierto, los nervios y los fallos fueron la nota predominante en los dos equipos.

Asefa Estudiantes supo gestionar mejor el barullo de los últimos minutos, con Caner-Medley en figura, y ganó con justicia un partido que dominó la mayor parte del tiempo.