Stern será "inflexible" con la crítica a los árbitros

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Stern será "inflexible" con la crítica a los árbitros

Stern recordó que los jugadores y entrenadores deben ser los más responsables ante el público, ser ejemplo y para nada dejar en "duda" la labor de los árbitros.

La figura del comisionado de la NBA, David Stern, ha vuelto a hacer acto de presencia, esta vez desde Oklahoma City, para "advertir" que la liga no va a permitir, bajo ninguna circunstancia, la crítica pública de entrenadores y jugadores a la labor de los árbitros.

Después que Phil Jackson, el entrenador de Los Ángeles Lakers, comenzó su "estrategia" de "desestabilizar" a la figura de los Thunder de Oklahoma City, Kevin Durant, con las consideraciones de que los árbitros lo "mimaban" demasiado como "súper estrella", siguieron las de Rasheed Wallace y de otro técnico, Stan Van Gundy.

La multas de 35.000 dólares a cada uno no se hicieron esperar, pero esta vez Stern ha ido más lejos en la definición de la política de su oficina en la protección de la labor de los árbitros y su advertencia ha sido que la próxima vez el precio por criticar a los árbitros podría generar en la pérdida del salario.

"No vamos a permitir que estas acciones se conviertan en algo corrosivo sobre el trabajo de unos profesionales que salen al campo a realizar el mejor trabajo posible", destacó Stern. "Todo tiene un límite en esta vida, hasta la paciencia".

"Hace 20 años que acabé con el juego que tenían Phil y Pat Riley en la prensa sobre la actuación de los árbitros", recordó Stern en rueda de prensa. "No se puede erosionar la confianza de los aficionados en nuestro sistema, que ha demostrado es válido".

Stern recordó que cuando llega la fase final, los profesionales deben centrarse en su trabajo más que nunca y asumir que cuanto más "armonía" se dé en la competición mejor será para todos.

"Los entrenadores y los jugadores son los primeros en saber que forman parte de un buen negocio, que les permite tener unos ingresos económicos importantes para sus familias", recordó Stern.

Entonces el comisionado fue directo y tajante en la siguiente consideración cuando dejó la puerta abierta para que todo el que no se encuentre a gusto en el mundo de la NBA que se "vaya".

"Si no les gusta lo que hacen, entonces podrían irse a conseguir un empleo donde mejor se encuentren porque tienen toda la libertad para hacerlo", subrayó Stern. "Pienso que Phil es un gran entrenador y amigo mío de hace muchos años, por lo que tiene la libertad de venir y decirme que no le gusto y yo responderle lo contrario".

El comisionado dijo que eso era algo normal, que entra dentro de lo que debe ser las buenas relaciones dentro de una organización, pero lo que no era "válido" es convertir una crítica "injustificada" en algo "corrosivo".

Stern recordó cómo Jackson cuestionó cuando era entrenador de los Bulls que habían perdido un partido porque la cadena de televisión NBC deseaba que se diese uno más o que Riley cuando estaba al frente de los Knicks de Nueva York, dijese que los árbitros pitaban todo a favor de Michael Jordan.

"Podría sonar como algo gracioso, lo mismo que ahora con Stan Van Gundy, que tiene la libertad de comentar lo que quiera para que luego se le unan los jugadores, pero el resultado no es bueno", señaló Stern. "Conozco muy bien lo que se genera en la comunidad y sabemos lo que hay que hacer".

El comisionado de la NBA recomendó tanto a jugadores como entrenadores a que se lo piensen varias veces antes de volver hacer valoraciones sobre los árbitros orientadas a manifestar que tienen algún tipo de agenda "privada".

"La única que tienen los profesionales del arbitraje es salir al campo y hacer lo mejor posible su labor, ganarse su salario de forma honrada para llevarlo a su familia y ayudar en obras benéficas", subrayó Stern. "Cuestionar esta realidad tendrá un precio muy alto para el que lo haga".

Stern dijo que si el factor de la multa económica no surge efecto, entonces para todos aquellos que quieran seguir por el camino del "enfrentamiento" el precio que van a pagar será "muy alto".

"De lo que no tengo ninguna duda es que por mucho que estemos en la competición de la fase final, el deporte del baloncesto profesional de la NBA es muy importante y no pienso que quienes hablan mal del mismo lo estén respetando, algo que no vamos a permitir que suceda", reiteró Stern.

El comisionado de la NBA dejo el último mensaje sobre el asunto al asegurar a los periodistas que su organización "sabía perfectamente lo que tenía que hacer".

De momento, ni Jackson ni ningún jugador de los Lakers cuestionó la labor de los árbitros que dirigieron el tercer partido contra los Thunder, que perdieron por 101-96 y en el que Durant hizo 13 tiros de personal por ningún del escolta Kobe Bryant, ante la presencia del propio Stern.