El Power Electronics Valencia cerró hoy su clasificación para las semifinales de la Eurocopa de una manera brillante y guiado por Thomas Kelati y Matt Nielsen doblegó al Aris BSA 2003 (85-67) en el segundo encuentro de la eliminatoria de cuartos de final.
Con más de nueve mil entregados aficionados empujándole desde la grada el equipo valenciano no quiso hacer uso de los siete puntos de ventaja que traía del choque de ida e impuso su mayor entrega, trabajo y calidad para sellar su billete para la Final entre Cuatro de Vitoria.
Con un pabellón tan lleno como entregado, el equipo valenciano saltó a la pista algo atenazado por los nervios pero también con la energía propia de las ocasiones y eso le permitió imponer el ritmo que más le convenía desde el inicio.
La intensa defensa valenciana amordazó desde el inicio al Aris y poco a poco De Colo y Rafa Martínez fueron abriendo el camino hacia el aro griego para desesperación del técnico visitante David Blatt, que cambió continuamente sus defensas para tratar de
Pero en ese momento apareció Thomas Kelati y dinamitó el choque. Con 15 puntos sin ningún falló en el tiro, el escolta estadounidense desarboló al Aris, hizo estallar la Fonteta y abrió una enorme brecha en el marcador, que el joven José Simeón remató antes del descanso con dos tiros exteriores (47-28, m.20).
Nada cambió en el inicio del tercer cuarto. La energía de los locales hizo que volvieran a pasar por encima del conjunto griego y un par de contraataques y un triple de Rafa Martínez mantuvieron el guión sin demasiados cambios para alegría de la Fonteta.
Con el encuentro ya resuelto, los locales levantaron ligeramente el pie del acelerador y Matt Walsh trató de insuflar algo de ánimo a los suyos con algunas canastas que apretaron el marcador y obligaron a Neven Spahija a pedir un tiempo muerto (64-52, m.32).
Pero de nuevo apareció Kelati y dos acciones consecutivas del alero, una gran asistencia y un triple, bastaron para acabaron con las falsas esperanzas visitantes y dieron a los locales la tranquilidad que necesitaban para cerrar la clasificación de la mano de la experiencia de Matt Nielsen.
Únicamente el fuerte golpe sufrido en un brazo por Lishchuk, que se tuvo que retirar, alteró la fiesta en el pabellón valenciano que vibró con su equipo hasta el último minuto y celebró por todo lo alto la clasificación para las semifinales de la Eurocopa, tanto que obligó a los jugadores a regresar a la pista a saludar cuando ya se habían retirado victoriosos a los vestuarios.
