Por la puerta grande, el Regal FC Barcelona finalizó primero de su grupo tras derrotar ampliamente al Partizan serbio (82-64) y se clasificó con autoridad para los cuartos de final, ronda en la que le espera el Real Madrid. Los de Xavi Pascual se vengaron de esta manera de la derrota sufrida en Belgrado, la única que han cedido en la competición después de 16 partidos jugados, y se aseguran el hipotético desempate en la siguiente ronda en casa.
Cimentados en el juego exterior, especialmente de Juan Carlos Navarro (18 puntos) y de Gianluca Basile (13), el Barça dinamitó el partido en el tercer cuarto (25-12), después de un primer periodo equilibrado en el que los serbios hicieron valer su potente juego interior. Se sobrepuso el Barça a un nuevo escenario. Esta vez frente a un rocoso Partizan que lo basó todo en la fortaleza de su rebote, la dureza de su defensa y la potencia del juego interior, donde Aleks Maric y el polivalente Lawrence Roberts siempre encontraban soluciones.
No se sintieron cómodos los de Xavi Pascual, pero siempre encontraron soluciones. Frente a la fortaleza defensiva, las penetraciones de Navarro, ante la zonal planteada por el técnico serbio, lanzamientos certeros desde posiciones cercanas. Vivió el Barça en el primer cuarto del espléndido juego de Navarro. El escolta barcelonista estuvo espléndido, anotó 10 minutos en los primeros 10 minutos y entre él y el acierto de Erazem Lorbek, los azulgrana no tuvieron demasiados problemas para controlar la situación.
Y eso que el Partizán llegó a situarse con cinco puntos de ventaja (2-7) de salida. En cuanto los locales ajustaron mejor su defensa y, sobre todo, pudieron jugar en transiciones, su dominio fue incontestable. Llegaron a dominar hasta por ocho puntos en la primera mitad (24-16 y 36-28), aunque su baloncesto en el segundo cuarto ya no fue tan fluido. Sin Navarro en cancha -cometió tres faltas antes del descanso-, con poco acierto en los lanzamientos de tiros libres y con el control del rebote exclusivo para los serbios, el Barça no se sintió cómodo.
Partizan insistió una y mil veces en jugar balones interiores para Maric, Roberts se mostró a buen nivel en el lanzamiento y los serbios acertaron más que los azulgrana desde la línea de 3,60 metros. Por eso, el resultado se comprimió (28-27 a tres minutos del descanso), hasta que volvió a aparecer Navarro y las defensas en anticipación de Fran Vázquez que le dieron tranquilidad a los de Pascual (36-30, descanso).
Pero en unos minutos de inspiración, el Barça dio por finiquitado el partido en el inicio del tercer cuarto. Fueron unos minutos en los que lució especialmente Basile, autor de tres triples y de una canasta de dos, con la que los azulgrana sentenciaron el partido. A partir del tercer cuarto, las ventajas de los locales rondaron la veintena de puntos y eso que enfrente tuvieron un rival rocoso, con una gran capacidad reboteadora y un jugador especialmente valioso, el pívot Aleks Maric que finalizó con dobles figuras (11 puntos, 14 rebotes).
Al final, el Barça ganó con comodidad. Se impuso por 82-64 después que en los últimos minutos el Palau Blaugrana estuviera más pendiente de lo que ocurría en Madrid que lo que acontecía sobre el parqué. La victoria de los de Pascual, la decimoquinta en dieciséis partidos jugados hasta la fecha en la Euroliga, le convierten seguramente en el máximo aspirante para conquistar la competición, aunque le quedan unos cuantos pasos por delante.
El primero lo tiene que dar ante el Real Madrid, en un ''play off'' en el que tendrá el factor pista favorable, una valor incalculable, porque el Barça se muestra inexpugnable en su feudo. Hasta la fecha, los tres partidos que los catalanes han jugado contra el Real Madrid los ha ganado: en la Supercopa de España, en partido de la Liga ACB y en la final de la Copa del Rey.
