Ricky Rubio se debate entre la NBA y la ACB. El jugador, que fue elegido número 5 del draft por Minnesota, no desea jugar allí y está dispuesto a regresar a España si no es traspasado a los New York Knicks, con el que mantiene abiertas las negociaciones. Y mientras, el Madrid está a la expectativa. Si el jugador decidiese volver a la ACB, el club blanco podría estar dispuesto a negociar su compra al Joventut.
El base, que percibiría 1,9 millones de euros en su primera temporada (2 en la segunda y 2,1 en la tercera), confía en llegar a un acuerdo con el DKV Joventut y poder hacer frente a su cláusula de rescisión (4,75 millones hasta el 30 de junio, después se incrementará en un millón) para dar el salto a la NBA. Pero no está dispuesto a jugar en Estados Unidos si la oferta deportiva no le convence, como es el caso de Minnesota
Aunque en todas las quinielas previas al Draft se situaba al internacional español entre lo cuatro primeros, tanto Memphis, que escogió en el número 2 al pívot tanzano Hassem Thabeet, como Oklahoma (James Harden) y Sacramento (Tyreke Evans) se decidieron por otras opciones. El número 1 fue para Blake Griffin, ala-pívot que militará en Los Angeles Clippers.
Ricky, con anterioridad a la celebración del Draft, había manifestado que Minnesota no era uno de sus destinos predilectos. Y confirmó sus malas sensaciones cuando los Timberwolves eligieron en el número seis a otro base, Jonny Flynn. La decisión suponía que el cuadro de Minnesota estaba dispuesto a traspasar al jugador.
El Madrid, mientras, espera y calla. Sabe que Ricky no podrá irse a la NBA si tiene que pagar la cláusula que exige el Joventut y medita entrar a negociar esos 4,75 millones si se asegura el fichaje del jugador por más de una temporada. La difícil situación económica de la entidad blanquinegra puede ayudarle. La clave, ahora mismo, está en Nueva York.