El grupo que prepara Javier Imbroda jugó un partido muy serio que, salvo el primer cuarto que fue muy igualado, supo gestionar su ventaja en el marcador desde el segundo llegando en diferentes ocasiones hasta los 14 puntos de diferencia y no sufrir en la recta final del encuentro.

Los primeros diez minutos se caracterizaron por la máxima igualdad entre ambos equipos, si bien los insulares llevaron la iniciativa en el marcador con una buena defensa llegando hasta los 7 puntos (21-16) y con un entonado J. Fernández, autor de 9 puntos de ellos.

El Cajasol, con las ausencias de Andrés Miso y Caner-Medley, restaban potencial al equipo sevillano. Los de Imbroda, que necesitaban imperiosamente la victoria y esperar la misma del Murcia en Zaragoza supieron jugar con cabeza llegando al final del primer período con un ajustado 21-19.

Tras el primer parón, los menorquines siguieron con una buena línea defensiva y con buenos porcentajes desde el perímetro, ello permitió llegar a una ventaja de 10 puntos (34-24) y el rebote defensivo ayudaba sobremanera a que los locales manejaran el partido sin demasiados apuros ya que el Cajasol desperdiciaba muchas opciones de anotar.

Con estas diferencias que supo administrar el ViveMenorca llegaron al descanso con un triple de Guzmán logrando la máxima ventaja isleña y doblando en rebotes a los sevillanos (41- 29).

Tras pasar por los vestuarios, el ViveMenorca siguió entonado, magistralmente dirigido por Jeter, llegando a su máxima renta de 14 puntos (45-31), sin embargo, el grupo de Imbroda sufrió un pequeño bache anotador dando aire a un Cajasol sin brillo, a pesar de ello, los hispalenses redujeron la ventaja local de 14 puntos a 7 (52-45). Hasta el final de este tercer período no corrió peligro la renta del ViveMenorca acabándolo con 57-48.

En el último cuarto, los menorquines siguieron jugando con la misma intensidad que en los períodos anteriores manejando a la perfección las diferencias en el electrónico de entre 10 y 14 puntos.

Los sevillanos, que no reaccionaban, se veían dominados por un rival mucho más serio, sabedor de lo mucho que se jugaban en el envite. Este último período sirvió para sentenciar el partido a favor de los mahoneses (81-69) que fueron despedidos con una gran ovación tras conocer también, la derrota del CAI Zaragoza ante el Murcia, por lo que, el milagro de la permanencia todavía es posible. Si así fuera, sería el cuarto consecutivo.