El Maccabi, embajador del deporte de Israel, llegó ayer por la tarde a Málaga en medio de un despliegue de seguridad casi extremo. Para empezar, decidió a última hora cambiar de hotel y no alojarse en el Barceló (con el que Unicaja tiene un convenio para los partidos de Euroliga). Finalmente, el equipo de Pini Gershon se instaló en el NH acompañado de un dispositivo de más de 80 personas entre miembros de la Policía Nacional y el Mosad. Además, miembros de élite de la Policía de las provincias de Almería y Granada han llegado a Málaga.

El Maccabi estuvo casi dos horas para salir por la terminal de llegadas del aeropuerto Pablo Ruiz Picasso. Luego le perdieron las maletas. Todo en medio de cierto ambiente de inseguridad. En Tel Aviv existe temor por la numerosa colonia musulmana que hay en Málaga. De momento, Unicaja colocará más vigilancia en cada puerta de acceso y prohibirá cualquier pancarta que tenga contenido político. El Maccabi llegó dos días antes del partido, pero no ha aclarado tampoco sus horas de entrenamiento y hasta cambiará sus rutas aleatoriamente para ir del hotel al Martín Carpena. Toda una puesta en escena.