El CAI Zaragoza consiguió su segunda victoria de la temporada en casa en un partido en el que el buen trabajo defensivo de la segunda mitad le dio la vuelta a un encuentro que tenía complicado y que acabó con un marcador impensable a tenor de lo ocurrido en los tres primeros cuartos.
La intensidad puesta tras el descanso por el equipo maño acabó por arrollar a un rival que cuando vio que los propietarios del terreno se alejaban en el marcador comenzó a precipitarse y facilitó con sus errores la gran amplitud de la victoria del equipo aragonés.
El buen inicio de partido del conjunto local (8-2) en los tres primeros minutos de partido se fue diluyendo y permitió al Ricoh darle la vuelta al electrónico en el minuto 7 (14-16) gracias a su mayor acierto en los lanzamientos y en particular en los triples. Las imprecisiones y los fallos continuos fueron la tónica de un segundo cuarto en el que el nivel de acierto bajó enormemente con respecto a los diez primeros minutos, como demuestra que después de seis minutos el CAI sólo había anotado cinco puntos y el Ricoh dos.
Esto permitió acercarse a los maños a tan sólo dos puntos (25-27), aunque el dominio del equipo catalán bajo canasta le sirvió para llegar al tiempo de descanso con una ligera ventaja (31-35). El inicio del segundo periodo no hizo cambiar la tendencia del juego y elevó al ventaja visitante hasta los siete puntos (34-41), máxima del partido para el conjunto catalán, al minuto y medio de juego.
Ante el panorama oscuro que se avecinaba el técnico del equipo maño, "Curro" Segura, optó por poner en juego en un doble cambio a la pareja de pivotes formada por el checo Ondrej Starosta y el norteamericano Darren Philip, que consiguieron cerrar por fin el rebote, circunstancia que hizo cambiar la dinámica ya que, gracias a ello, permitió a su equipo correr contrataques y contagiar defensivamente al resto de compañeros.
El CAI Zaragoza le dio la vuelta al partido en el minuto 27 (46-45) y a partir de ahí creyó ciegamente en sus posibilidades de victoria ante un rival que se fue apagando progresivamente y que acabó estrellándose en la defensa local para acabar arrollado.