El AXA Barcelona sufrió para derrotar a un combativo ViveMenorca (74-64), que le puso las cosas muy difíciles a los de Xavi Pascual, quienes ni por un momento pudieron relajarse y pensar en el decisivo encuentro europeo de la próxima semana en Tel Aviv.
Los azulgrana tuvieron que picar mucha piedra y sólo consiguieron despegarse en el marcador a partir del tercer cuarto. La seriedad del equipo de Ricard Casas, su potencia en el rebote y la intensidad defensiva le hicieron mantenerse en el partido durante muchos minutos, aunque al final la tripleta ''Pepe'' Sánchez, Roger Grimau y Fran Vázquez resultó decisiva para su equipo.
Sin Ilyasova, con una lesión en la rodilla que le mantiene como duda para Tel Aviv, y con la cabeza puesta en Tel Aviv; el Barça no ofreció una buena imagen y sufrió demasiado. Los menorquines vivieron muchos momentos de la potencia de su juego interior. Dominaron el rebote bajo las dos canastas, especialmente por medio de Chris Moss y de Ivanov, y frenaron la transición defensa-ataque, la mejor arma del equipo azulgrana.
Los de Casas se parapetaron en una buena defensa y crearon muchos problemas a los locales, que sólo se encontraron cómodos cuando pudieron correr, lo cual les permitió escaparse en los primeros minutos y dieron una falsa apariencia de dominio de la situación (9-3). En cuanto Paul Shirley y Moss cargaron el juego interior y de faltas a los pívots locales, el juego se equilibró. Además Mario Stojic se mostró acertado y la gran cantidad de faltas cometidas por los locales llevó en numerosas ocasiones al Menorca a la línea de tiros libres.
En ataque, el Barça sólo contaba con Lakovic, con dos triples, y alguna acción esporádica de Vázquez y Kasun, por eso la igualdad se mantuvo al término del primer cuarto (18-19). Con cuatro pequeños en pista (Sánchez, Neal, Grimau y Trias), el ViveMenorca vio cómo Pascual le facilitaba la tarea. Moss seguía produciendo en ataque (10 puntos en el descanso), bien acompañado por Stojic (9), y el partido se mantuvo equilibrado con ventajas mínimas a favor de uno u otro equipo.
La defensa en zona, clave
Sin embargo, una variante táctica introducida por el técnico local, le dio aire a su equipo. Dispuso a sus jugadores en una defensa zonal, con lo que consiguió que los pívots del Menorca no entraran en juego, pero también asegurar su rebote en defensa y poder jugar al contraataque. La reacción del Barça fue inminente, del 27-30, los locales pasaron a controlar la situación con más solvencia. Anotaron un parcial 10-1, con seis puntos de Grimau y su equipo respiró (37-31), mientras Casas barruntaba alguna solución.
No le hizo falta, los azulgrana volvieron a su idea original, una defensa individual, con lo que se repitió la dinámica inicial. Stojic acercó a su equipo hasta el 45-43 y cuando los menorquines intentaron poner presión al Barça con una zona, ahí estaba Grimau. El alero volvió a aparecer cuando su equipo estaba en apuros, ahora con dos triples. La dirección de ''Pepe'' Sánchez y un par de jugadas en ataque para Kasun pusieron la máxima diferencia a favor de los locales (57-46), que no pudieron respirar hasta el final.
Sánchez, el mejor de su equipo (6 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias: 23 de valoración), tuvo claro lo que más le convenía al Barça en cada momento, ante la ausencia en la dirección de Lakovic (9 puntos) y en la anotación de Basile (2), el héroe en la victoria ante el Maccabi. El 63-49 fue lo máximo a lo que llevó el Barça a 5:40 para el final. Apretó el Menorca, con triples de Stefanov y Guzmán, penetraciones de Fernández y de Stojic, pero la suerte ya estaba echada. Al final, el Barça ganó 74-64, sufriendo ante un equipo que parece tenerle tomada la medida.
