Grupo Begar León se queda justo al borde del abismo con tan sólo una derrota más como margen de error si quiere alcanzar la cifra de la docena de triunfos en que tradicionalmente está concebida la salvación en la ACB. El encuentro de rivalidad del próximo domingo en Valladolid ante Grupo Capitol se convierte de este modo en un enfrentamiento dramático para Gustavo Aranzana y los suyos a los que se les presenta además un panorama sombrío con otros enfrentamientos ante Pamesa Valencia o Akasvayu Girona.
Si en otros partidos el Axa FC Barcelona ha dado facilidades a rivales, a priori, endebles como el colista, en esta ocasión ofreció una versión más que convincente, ajusticiando desde el perímetro cuando la ocasión lo requería y mostrando firmeza en momentos delicados.
Así, cuando el marcador se situó en un inquietante, 49-53 (minuto 27), surgió bajo la batuta de Pepe Sánchez el mejor Barça que con un parcial de 0-16, después de dejar seis minutos sin anotar a los locales, empezó a pensar en su enfrentamiento europeo ante Maccabi.
Ambos equipos entraron fríos en el partido y fruto de ello fueron los continuos errores en los lanzamientos -la mayoría de ellos en posiciones claras- con lo que los locales, sin desplegar un gran juego, eran capaces de tomar la delantera, 7-4 (minuto 5).
A partir de entonces las muñecas se engrasaron -triples de Lacovic e Ilyasova- y el Barcelona, que supo sujetar a las dos amenazas exteriores del León, Bulfoni y Urtasun, aunque no pudo hacerlo con un Lamont Barnes inconmensurable bajo tableros.
Los catalanes se estiraron, 14-20, pero Begar aguantó al final de los primeros diez minutos (18-20) e incluso se permitió el lujo de igualar la contienda antes de que se desatara el huracán Basile que si ya ante el Granada en la anterior jornada se había mostrado muy fino, certificó cinco minutos esplendorosos. El escolta italiano anotó de todos los colores hasta sumar 12 puntos, los mismos a los que amplió la diferencia el conjunto azulgrana en un abrir y cerrar de ojos hasta que Aranzana se vio obligado a llamar a los suyos a capítulo.
Defensa zonal
La solución fue colocar una defensa zonal 2-3 que durante unos minutos atascó la producción de un rival que, a pesar de todo, jugaba a placer porque la defensa leonesa había demostrado su escasa intensidad firmando quince minutos donde tan sólo cometió una falta personal, para un total de tres al descanso.
Pero si los de Xavi Pascual no habían encontrado el aro sin que el rival lo aprovechara convenientemente, solo hizo falta que irrumpiera otro de los "pistoleros" de su plantilla, Alex Acker, para con dos triples colocar la máxima distancia, 28-42, reducida a la decena de puntos al descanso con un mate de Barnes sobre la bocina.
Tras el descanso, los leoneses pusieron una marcha más de intensidad defensiva y, a pesar de quedarse sin su gigante croata Sundov -con cuatro faltas personales, de ellas una técnica- en poco más de tres minutos, supieron suplir con raza y los contragolpes de Evans sus carencias ofensivas desde el perímetro.
Así se llegaba a un ilusionante para los de Aranzana 49-53 (minuto 27), pero todo parecía conducir a un partido a cara o cruz, la entrada de Pepe Sánchez en la dirección catapultó a los suyos y haciendo mejores a sus compañeros fraguó el triunfo después de un parcial de 0-16 con seis minutos sin anotar del León.
De este modo Xavi Pascual pudo dar mucho descanso a sus jugadores de cara al primer encuentro de la eliminatoria europea ante Maccabi Tel Aviv donde estará en juego su billete para la Final Four de Madrid.
