Volantazo de Cleveland (94-90) a un partido que pintaba a derrota. Los Cavs, en fase perdedora, recibían a unos Lakers en estado de gracia y que además han llegado al último cuarto con ventaja. Pero por fin apareció el orgullo y la actitud defensiva de la mejor versión de los locales, que arrancaron el último período con un parcial de 9-0 y dejaron a los de Phil Jackson en apenas 12 puntos en esos últimos doce minutos. Aún así, los angelinos tuvieron opciones de victoria hasta el final, en el que tras un empate a 90 se sucedió un carrusel de fallos de ambos equipos que sólo se rompió con los tiros libres anotados por James y Gibson.
El cara a cara de las estrellas se saldó a favor de LeBron: 33 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias por los 21+5+5 de un Kobe que contó con la habitual ayuda de Odom (19+11) y Bynum (17+11), pero que esta vez no tuvo la aportación decisiva del banquillo como en partidos anteriores. Ni Vujacic, ni Radmanovic ni Farmar brillaron esta vez y los de Phil Jackson quedan con 15-10, todavía en la cabeza del Oeste.
En los Cavaliers, la mejor noticia fue el regreso por sus fueros de Varejao, que aportó 11 puntos y 17 rebotes para que su equipo cerrara un triunfo que le da aire (12-15) a la espera de que vaya apareciendo el equipo competitivo y compacto que llegó a la final de la liga la pasada temporada.
Otra derrota cruel para Miami Heat
Mientras LeBron y Kobe se enfrentaban en Cleveland, Dwyane Wade parecía batirse en solitario ante los Nets. Un partido entre dos equipos en horas bajas y que recuerdan poco al brillante y reciente pasado de ambas franquicias. Pero peor sin duda es la situación de los Heat, que perdieron su segundo partido seguido en la prórroga (103-107) y que se mantienen, con el paso de las jornadas, como el peor equipo del Este (7-19).
Wade gobernó a su antojo un partido de poco calidad y tirones. Miami apretaba y los Nets hacían la goma. Sin despegarse nunca a pesar de los esfuerzos del escolta (41 puntos), los de Pat Riley llegaron a un último cuarto en el que les pudo su dinámica negativa y en el que aparecieron las estrellas de unos Nets hasta entonces difusos. Carter (31 puntos, 8 rebotes) puso a su equipo por delante con un espectacular triple que parecía cerrar el partido, pero el trabajador Haslem (18+12) anotó sobre la bocina la canasta que forzaba el tiempo extra.
En la prórroga, Miami no aprovechó la inercia psicológica de la canasta de Haslem y tiró el partido tras la sexta falta de O'Neal y ante la solvencia de Jefferson (29 puntos) y un Kidd al que esta vez le falló la parcela anotadora en su camino hacia un nuevo triple-doble (5 puntos, 11 rebotes, 10 asistencias).
A los de Lawrence Frank, este triunfo les sirve para cerrar su racha de dos derrotas (y 7 en los últimos diez partidos) si bien su juego sigue siendo pobre y carente de fuerza interior, con Kristc además de nuevo en la enfermería. Para Miami, no es sino una confirmación más de que la soñada reacción posiblemente no vaya a llegar nunca porque el equipo no da para mucho más de lo que ofrece. Quizá sí para salir del último puesto de su Conferencia, pero difícilmente para luchar por los puestos de playoff.
