El Unicaja toma autoestima con una victoria apabullante ante el Maccabi

Euroliga | Unicaja 93 - Maccabi 70

El Unicaja toma autoestima con una victoria apabullante ante el Maccabi

El Unicaja toma autoestima con una victoria apabullante ante el Maccabi

Mariano Pozo

A partir de ese momento todo cambió. El ala-pívot estadounidense Marcus Haislip, que reaparecía en la Euroliga tras una lesión ocular, cogió la batuta y dentro de la zona desarboló una y otra vez a la defensa del conjunto israelí.

El Unicaja volvió a ser otro en la Euroliga, un equipo muy diferente a la de la Liga ACB y con su victoria de hoy, merecida, frente al Maccabi Tel Aviv por 93-70,tranquiliza los ánimos, algo revueltos, y luchará con el Lietuvos Rytas y el Aris de Salónica por ser primero del grupo B.

El Unicaja salió nervioso y algo titubeante. La derrota del pasado domingo en la Liga ACB ante el Bilbao había hecho daño. Los jugadores algo descentrados no encontraban el camino que aprovechó el Maccabi para imponerse por 2-7 en el minuto 2.

A partir de ese momento todo cambió. El ala-pívot estadounidense Marcus Haislip, que reaparecía en la Euroliga tras una lesión ocular, cogió la batuta y dentro de la zona desarboló una y otra vez a la defensa del conjunto israelí.

Un parcial de 9-0 de los cajistas les puso por primera vez por delante en el marcador 11-9, minuto 5. El Maccabi ya no tenía tantas facilidades para anotar y la defensa del conjunto local cerraba una y otra vez las vías ofensivas del rival, tanto el pívot Marcus Fizer como el alero David Bluthenthal. El primer cuarto terminó 21-16.

El técnico italiano del Unicaja, Sergio Scariolo, no quería ninguna sorpresa. Rotaba a sus jugadores para dosificarlos y encontrar en cada momento el quinteto ideal.

En el segundo periodo el destacado fue el pívot Germán Gabriel, algo que no se esperaba el Maccabi. Quizás les sorprendió la facilidad anotadora del español, sobre todo desde la línea de 6,25, tres de tres intento, infalible.

La diferencia iba aumentando cada vez más para los incrédulos ojos de los aficionados del Unicaja, algo enfadados por la marcha irregular de su equipo. 38-24, a falta de tres minutos para llegar al descanso. El Maccabi intentaba jugar tanto dentro como fuera con el pequeño base estadounidense Hill Bynum y con su estrella venida a menos, el también director de juego, su compatriota Derrick Sharp, pero el conjunto español era otro. Disciplinado en defensa y correcto en ataque. 45-36, en los primeros veinte minutos que invitaban a soñar.

El panorama en el tercer periodo no cambió. El Unicaja totalmente diferente al de la competición española, desmembraba una y otra vez a su rival. El base Carlos Cabezas, que está atravesando un excelente estado de forma, dirigía con maestría a su equipo y sus asistencias eran aprovechadas por el pívot senegalés Boniface N´Dong. Además continuaba con su racha anotadora secundado por el alero checo Jiri Welsch, que despertó de su letargo con un triple 58-42, que ponía la máxima ventaja en el minuto 25.

La sorpresa en el marcador no podía existir. El Unicaja, esta vez, era un equipo, un bloque, que actuaba con milímetro. El Maccabi, en cambio, eran individualidades. 65-57, en el minuto treinta.

El partido estaba encarrilado y entraba en su tramo final con una victoria cómoda para el Unicaja. El Maccabi desdibujado, sufrió la defensa del conjunto español y la intimidación del pívot puertorriqueño Daniel Santiago y N´Dong, con dos metros quince de estatura, que marcaron la diferencia en la zona, sobre todo el senegalés, con el que no podían los pívots visitantes.

El Maccabi intentaba por todos los medios maquillar el resultado, pero el Unicaja quería reencontrarse consigo mismo y con el público, que agradeció el esfuerzo y los veintitrés puntos de diferencia 93-70.