El Barcelona, cuya trayectoria descendente tuvo su último capítulo en la Liga ACB ante el Ricoh Manresa, mejoró su imagen en la Euroliga, en la que se impuso al Scavolini en un partido complicado que se resolvió en su último cuarto.

El equipo de Joan Montes, mucho más cerca ahora de la siguiente fase del torneo, mostró durante los minutos iniciales un aspecto completamente diferente al acostumbrado últimamente y su acierto en el rebote ofensivo, combinado con una novedosa capacidad para correr el contragolpe, le sirvió para hacerse con las primeras ventajas (8-3) que, sin embargo, no pasaron de mero espejismo.

Rápidamente se acabaron las ideas en ataque y, en cuanto a Charles Smith le empezó a funcionar la muñeca, el Scavolini se puso por delante en el marcador (13-15, min.8).

Los triples de Smith forzaron un tiempo muerto de Montes que, sin embargo, no pudo evitar que el primer cuarto se cerrase con un parcial de 0-10 que empezaba a complicarle las cosas al Barcelona (13-23).

El 0-10 se convirtió en 0-13 al comenzar el segundo periodo con la cuarta canas de tres puntos de Charles Smith, momento en el que apareció Juan Carlos Navarro para frenar en lo posible al rival.

Navarro no había aparecido en el quinteto inicial, pero tampoco se le puede considerar el castigado que Joan Montes había anunciado, porque el técnico había advertido sobre su intención de darle minutos al otro escolta y mejor defensor del equipo, Rodrigo de la Fuente, para ponerle las cosas difíciles a Smith.

'La Bomba', en cualquier caso, colaboró a un parcial de 8-0 (26-30), tras el que el Barcelona se puso a defender para no dejar que el rival se escapase de nuevo.

La clave en el tercer periodo fue cargar de faltas a los pívots del Scavolini, Hanno Mottola y Robert Archibald, con el consiguiente beneficio para Devin Davis, que sabía que podía atacar sin recibir demasiada oposición.

Con la ayuda de Davis, el Barcelona igualó el marcador en el minuto treinta (53-53) y, aunque Silvio Gigena aún tuvo tiempo de anotar antes de acabar ese tercer periodo, el partido quedaba completamente abierto a falta de disputarse su último cuarto.

Gregor Fucka adelantó a su equipo apenas iniciados esos diez últimos minutos (57-55) y fue secundado desde la línea de tres puntos por Juan Carlos Navarro para abrir una brecha (60-55, min.33) que forzó el tiempo muerto de Marco Crespi.

Con el resultado a favor, el Barcelona lo hizo mejor que en todo el partido, seleccionó sus tiros y aumentó las diferencias hasta los nueve puntos (64-55) sin dejar durante todo ese tiempo que anotase el Scavolini.

El equipo italiano reaccionó cuando apretó en defensa, Montes tiró de los conocidos aclarados para Dejan Bodiroga y el serbio falló una y otra vez.

Esa circunstancia, junto con el acierto en los contragolpes de James Penn, redujo las diferencias a sólo tres puntos al entrar en el último minuto (70-67), aunque también lo había hecho en dos ocasiones anteriores (66-63 y 68-65).

El posterior intercambio de canastas se mantuvo hasta que Penn falló en un segundo tiro libre y permitió que las diferencias se fuesen más allá de los tres puntos sin tiempo para reaccionar.