El Barcelona ha vuelto a demostrar que no padece Bodirogadependencia y ha sacado con suficiencia el segundo encuentro consecutivo sin su gran estrella (81-54 frente al Casademont Girona), un rival que sólo mantuvo el tipo durante el primer cuarto.
Si ante el Ulker en Euroliga ya dio una auténtica lección de baloncesto (92-57), el equipo de Pesic certificó la impresión de que es un conjunto sin fisuras y que dispone de una gama tan amplia de jugadores, que puede resolver los envites más complicados.
Ante el Girona, Pesic apostó por la defensa cuando las cosas le fueron mal (16-17) y dejó en cinco puntos al rival en el segundo cuarto.
Plantó cara en el primer cuarto
Con la ventaja ya construida, el Barcelona se decidió a correr, apareció el juego espectacular y la evidencia de la su gran plantilla: seis jugadores por encima de los diez puntos y un séptimo (Grimau) a uno sólo de la decena. Y eso que el Casademont, que venía de conseguir dos victorias consecutivamente, supo leer muy bien el partido de salida.
Juan Llaneza reforzó su juego interior y no permitió que los pívots locales camparan a sus anchas por la pintura. Fucka y Femerling aguantaron a su equipo con lanzamientos desde 3 o 4 metros, pero el control era de los gerundenses, con un juego fluido en ataque, que les llevó a dominar la situación en el primer cuarto con una máxima de tres puntos (12-15), que se quedó en sólo uno, merced a una canasta de Grimau (16-17).
5 puntos del Girona en el segundo cuarto
Pesic hizo una apuesta por la defensa y ahogó al Casademont. Su equipo jugó con un equipo de especialistas, a veces hasta con dos bases, y sólo permitió cinco puntos de los gerundenses en el segundo cuarto.
El equipo de Llaneza no tenía recursos y a pesar de que el Barcelona no estaba muy acertado, los azulgrana construyeron su juego en ataque a partir de una asfixiante defensa. Ante la ausencia del juego exterior, Fucka, Femerling y las penetraciones de Grimau desequilibraron el partido (32-22).
Después el Barcelona se decidió a jugar con más rapidez. Ilievski y Navarro, que habían estado desaparecidos hasta entonces, entraron en acción y el marcador se disparó a favor de los de Pesic. Los locales lograron el despegue definitivo (53-35) y sólo John Thomas dio señales positivas en los de Llaneza.
A 13 minutos del final, el Casademont había bajado los brazos y eso es muy peligroso ante un rival del calibre del Barcelona, que en ese tiempo aplicó el rodillo y destrozó a su rival.
Pensando en el Madrid
Desde entonces y hasta el final del partido, el cuadro azulgrana se dedicó a jugar a la carrera. Una defensa asfixiante, el máximo control del rebote y espectaculares transiciones firmadas por Anderson Varejao. Al final, el Barcelona despidió el año en el Blaugrana con un juego espectacular y ya piensa en el último partido de 2003, un encuentro ante el Real Madrid en el Raimundo Saporta.
LA FICHA:
FC Barcelona (16+16+23+26): Ilievski (10), Navarro (15), De la Fuente (2), Fucka (11), Femerling (10) -cinco inicial-, Dueñas (13), Grimau (9), Varejao (10) y Rodríguez (1).
Casademont Girona (17+5+18+14): Jofresa (2), Myers (8), Panko (13), Okulaja (9), Thomas (15) -cinco inicial-, Trias (-), Rogers (2), Sambugaro (3), Johnson (2) y Struelens (-).
Arbitros: Mitjana, Bultó y Prieto. Eliminado: Myers (m.40)
Incidencias: Asistieron al encuentro 5.266 espectadores en partido correspondiente a la decimosexta jornada de la Liga ACB, disputado en el Palau Blaugrana.
