La Liga Griega ha reaccionado con el máximo rigor tras los graves incidentes registrados al final del segundo encuentro de las semifinales por el título entre el Olympiakos y el Panathinaikos, saldado con siete expulsados, sobre los que han recaído severas sanciones.

Un codazo del pívot del Panathinaikos Lazaros Papadopoulos sobre el alero francés del Olympiakos Stephane Risacher desencadenó una auténtica batalla campal sobre la pista del pabellón de La Paz y la Amistad cuando faltaban poco más de cuatro minutos para el final del choque. Risacher respondió a la agresión y los dos equipos se enzarzaron en una multitudinaria pelea en la que el base local Milan Tomic propinó un puñetazo al yugoslavo Dejan Bodiroga y el partido quedo interrumpido durante veinte minutos.

El tumulto terminó con la expulsión de esos cuatro jugadores, el alemán Patrick Femerling y el estadounidense Alphonso Ford, ambos del Olympiakos, y el visitante Giorgos Kalaitzis, cuyo equipo perdió por 80-76 y se quedó fuera de la final. La Liga ha suspendido durante cinco partidos a Tomic y a Bodiroga, mientras que los otros jugadores involucrados en la pelea están a la espera de la decisión que adopten los órganos disciplinarios, que también pueden clausurar la pista del Olympiakos entre uno y cinco encuentros.

El segundo asalto de las semifinales entre los dos grandes rivales de Atenas había sido aplazado hasta el pasado sábado por el ataque que un grupo de aficionados lanzó contra el autobús del Panathinaikos en las inmediaciones del pabellón rojiblanco el 13 de mayo, día en que se había programado inicialmente el choque.

Los agresores lanzaron una lluvia de piedras contra el transporte del equipo verde que causó lesiones a seis jugadores (Corey Albano, Fragiskos Alvertis, Giorgos Balogiannis, Damir Mulaomerovic y Svoronos). Todos ellos necesitaron asistencia médica por los cortes y heridas sufridas con los cristales rotos. El Olympiakos, a pesar de lo ocurrido, solicitó a la liga que le diera el partido por ganado ante la incomparecencia del Panathinaikos, campeón de las cuatro últimas ediciones del campeonato griego.

Las autoridades griegas sólo detuvieron a una persona acusada de participar en el ataque, Costas Mohtouris, de 38 años, empleado en una de las empresas propiedad de Socratis Kokalis, presidente del Olympiakos, cuyo juicio ha sido aplazado hasta que los jugadores lesionados puedan acudir a declarar.

Mohtouris ya fue arrestado el pasado septiembre junto a otros veintinueve aficionados por tomar parte en los disturbios registrados después del encuentro de fútbol entre el Olympiakos y el AEK Atenas.