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La desigualdad se reduce en LaLiga

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La desigualdad se reduce en LaLiga

En enero de 2013, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, estableció un sistema de límites salariales para los clubes de Primera y Segunda División. Con este modelo, Tebas se aseguraba que los equipos no gastarían más de la cuenta en sueldos y traspasos de jugadores. La fórmula es sencilla y se basa en deducir los gastos no deportivos de los ingresos totales de los clubes. La diferencia da lugar a un tope salarial que el equipo no deberá sobrepasar, so pena de multa económica en proporción a la infracción. Afortunadamente para muchos clubes de Primera, las sanciones se han suspendido por la pandemia y hasta dentro de dos años se librarán de castigos.

"En el curso 2014-2015, el FC Barcelona y el Real Madrid representaban conjuntamente el 52,6% de todo el gasto salarial permitido en la Primera División"

Al contrario que las cuentas de algunos clubes, los datos de los límites salariales presentados por LaLiga nos permiten valorar la capacidad económica que posee cada equipo con respecto al conjunto de sus rivales. En este sentido, LaLiga introdujo topes salariales en la temporada 2013-14, pero hubo que esperar hasta la 2014-15 para que se implantase un límite específico de este tipo para cada entidad. En el curso 2014-2015, el FC Barcelona y el Real Madrid representaban conjuntamente el 52,6% de todo el gasto salarial permitido en la Primera División. Entre el equipo blaugrana y el blanco alcanzaron conjuntamente un límite salarial de 676 millones de euros, mientras que los 18 equipos restantes sumaron 608,8 millones. A pesar de sus éxitos deportivos, el Atlético de Madrid se quedó varios escalones por debajo de los dos grandes, con un techo de gasto salarial de 105 millones de euros.

La competitividad del campeonato español estaba en entredicho y el dominio económico de Barça y Madrid quedaba en evidencia. Más aún, si se calcula el coeficiente de Gini sobre los topes salariales de los 20 equipos de Primera en aquella temporada 2014-15. El coeficiente o índice de Gini es un método al que se recurre para estudiar la desigualdad en la distribución-generalmente de ingresos- entre países o empresas y, por tanto, es aplicable a los clubes de fútbol. El valor del índice oscila entre 0, si la igualdad entre todos los equipos es absoluta, y 1, si la desigualdad es máxima. En el caso de los equipos de Primera División durante el ejercicio 2014-2015, el coeficiente de Gini fue de 0,57 sobre 1. Al estar más cerca del valor máximo de desigualdad que de igualdad, el coeficiente revela que la distribución de los topes salariales no era para nada equitativa.

La TV, una bendición para los modestos

"Si al final de la 2014-15 los ingresos televisivos ascendían a 687,6 millones de euros, en la 2018-19, llegaron hasta los 1.851,25 millones"

Los ingresos por las retransmisiones televisivas crecieron como la espuma a partir de la temporada 2014-15, hasta al punto de triplicarse prácticamente en cuatro años. Si al final de la 2014-15 la facturación total por ese concepto ascendía a 687,6 millones de euros, en la 2018-19, llegó hasta los 1.851,25 millones. Una bendición, en especial para los equipos modestos, que aumentaron sus presupuestos y, por ende, sus límites salariales, mientras que el Barcelona y el Real Madrid perdían fuelle. Al comienzo de la campaña 2019-20 el famoso duopolio ya representaba menos del 45% del gasto salarial permitido.

La progresión de los ingresos televisivos era proporcional al crecimiento en el límite salarial de equipos como el Atlético de Madrid. Al comienzo de la temporada 2018-2019 LaLiga otorgaba al club rojiblanco un tope salarial de 305 millones, casi el triple que cuatro años antes. También se vieron favorecido los recién ascendidos a Primera también, que pasaron de topes de menos de 20 millones de euros, a disponer, como mínimo, de 30 millones. De esta manera, el coeficiente de Gini de los topes salariales de la temporada 2019-20 disminuyó hasta el 0,51 sobre 1, un descenso de más del 10% sobre el 0,57 cosechado en el curso 2014-15.

La COVID y la Superliga

La llegada de la COVID-19 no hizo más que aumentar la competitividad de LaLiga. Los más perjudicados por las restricciones de la pandemia han sido los grandes equipos, que dependen en mayor medida de la explotación de sus estadios y arrastraban más cargas. La suma de FC Barcelona y Real Madrid representó en esta ocasión el 35% del gasto salarial total permitido, un descenso estrepitoso si tenemos en cuenta que disponían del 53% hace seis temporadas y del 45% hace tan solo una.

"El Real Betis disponía de un límite salarial de 13,6 millones en 2014 y lo multiplicó por siete hasta llegar a los 102,4 millones de tope en 2019"

Las crisis suponen al mismo tiempo oportunidades, y equipos como el Villarreal así lo entienden. El Submarino amarillo ha navegado con astucia durante estas seis últimas temporadas, triplicando su tope salarial, pasando de los 44 millones de euros de límite en 2014 a los 145 millones en 2020. Y lo mejor de todo: hay progresiones más meteóricas. El Real Betis disponía de un límite salarial de 13,6 millones en 2014 y lo multiplicó por siete hasta llegar a los 102,4 millones de tope en 2019.

El declive económico actual ha obligado a reducir el tope salarial del Betis hasta los 71,3 millones, en esta última temporada, pero en muchos casos fue innecesario. Su vecino y rival, el Sevilla FC, conservó los 185 millones de límite que tenía de la campaña anterior. Y otros equipos de la zona media-alta incrementaron su tope salarial, como el Athletic, la Real Sociedad o el caso señalado del Villarreal. A pesar de los malos augurios, la mitad de los equipos de Primera han seguido aumentando sus límites salariales. Ni FC Barcelona, ni Real Madrid ni Atlético de Madrid están entre los agraciados, por lo que la desigualdad se ha reducido notablemente. Ello también se deduce del coeficiente de Gini obtenido sobre los límites salariales de la temporada 2020-21, que es de 0,46 sobre 1, un 20% menos que en la 2014-15, cuando era 0,57.

A fin de cuentas, los grandes dominadores del campeonato español han perdido importancia porque su crecimiento sido más lento que el del resto de equipos. Si el Real Madrid ha aumentado un 6% su límite salarial cada año y el Villarreal lo ha hecho a un ritmo del 23%, es razonable pensar que LaLiga resulta cada día más competitiva y que a Barcelona y Real Madrid les cuesta cada vez más sacar adelante los partidos. Por eso, tampoco es raro que en cuanto los dos grandes han sentido el peligro, hayan amenazado con crear su propia Superliga, donde nadie les discutirá si, de verdad, siguen compitiendo.

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