Antonio Jesús Domínguez es portero de la Selección extremeña de Fútbol 7 para personas con Parálisis Cerebral y es internacional con España. A sus 30 años, Antonio tiene un gran palmarés futbolístico y otros grandes logros fuera del campo. Hace tres años protagonizó el documental 'Fútbol a Otro Nivel', en el que cuenta como vive una concentración con la Selección extremeña. Además ha sido pregonero de la Feria y Fiestas de San Mateo donde dejó una frase ejemplar: “Diferentes en el vuelo, pero con el mismo derecho a volar”.

—En el documental (grabado en 2017) cuenta que juega con la Selección extremeña de Fútbol 7, ¿actualmente sigue yendo con ellos?

—Sí, sigo yendo. En 2017 fuimos subcampeones de España y ese mismo año me convocaron para jugar con España, el Mundial de Fútbol 7 de Parálisis Cerebral en San Luis (Argentina) y en 2018 me volvieron a convocar para ir al Europeo de Holanda. Ese año fui pregonero de la feria de mi pueblo Fregenal de la Sierra y la Junta de Extremadura me entregó el Premio a la Igualdad de Oportunidades.

—Empezó siendo jugador, ¿cómo fue el cambio a la portería?

—Empecé en 2010 siendo portero de Fútbol Sala porque nosotros estamos evaluados por un grado si nuestra discapacidad es severa, moderada o leve. La mía es bastante severa porque tengo afectado los miembros inferiores y los superiores. En el campo tiene que haber una clase como la mía, el entrenador me puso a mi de portero y lo hice bastante bien. Luego empecé a practicar Fútbol 7 y nos quedamos sin portero. Me volvieron a poner y estuve bien. Así que me quedé en esa posición.

—Tiene un buen palmarés, ¿cuántos campeonatos de España ha ganado?

—Cuatro y he sido tres veces el portero menos goleado. Para mi es más importante ganar la Liga. Al fin y al cabo el fútbol es un deporte colectivo. Lo que más ilusión hace es que ganemos todos.

—¿Sigue entrenando de alguna manera durante el confinamiento?

—Sí, el preparador físico de la Selección española nos envía cada 15 días un plan específico, para que entrenemos por nuestra cuenta en casa.

—Además de la Selección extremeña, ¿está en otro equipo?

—También juego al Fútbol Sala, en una Liga que hay en Extremadura para personas con discapacidad intelectual y compito con ellos. Además entre semana entreno en Fregenal (su pueblo) con un equipo. Las concentraciones con la Selección extremeña las hacemos cuando tenemos partidos, que se juegan en enero, febrero, marzo y mayo. Nos concentramos una semana antes de cada jornada.

—Compagina el fútbol con otro trabajo.

—Así es, llevo cinco meses trabajando en una empresa de loncheado de productos ibéricos como ayudante de control de calidad.

—¿Cuál es la situación del Fútbol 7 para personas con Parálisis Cerebral con respecto a la del resto del mundo?

—En países como Argentina, Holanda o Brasil cuando los jugadores van a las concentraciones, las Federaciones les pagan o hablan con sus trabajos para llevárselos y pagar por los días que vayan a ausentarse y llegan a un acuerdo. Aquí en España, nosotros tenemos que hablarlo con nuestra empresa, con acuerdos de vacaciones o lo que sea para poder ir a los campeonatos. Este fútbol no es profesional. Cuando tengo que ir a Barcelona, tengo que salir el jueves por la noche porque son muchas horas de autobús y tengo que pedir el día en el trabajo. En este caso son 12 horas de viaje.

—¿Qué significó para usted representar a la Selección española?

—Es un orgullo y una satisfacción, una recompensa al trabajo, a la lucha diaria... Puedo hacer lo que me gusta que es jugar al fútbol. De pequeño los médicos nos lo pusieron muy negro al principio y al final mira hasta donde he llegado.

—En 2019 se quedó fuera de la lista de España para el Mundial de Sevilla, ¿cree que puede volver a jugar con la Selección?

—Ahora mismo estoy en una preselección, pero con todo lo que está pasando con el COVID-19, está todo parado y no se sabe todavía qué pasará. Siempre trabajo para mejorar y para si se puede ir y te convocan poder estar y si no, a seguir trabajando.

—¿Cuál ha sido el mejor momento de su carrera?

—Mi mejor momento fue en 2015 cuando fuimos campeones de España y a nivel personal en 2017, que quedamos terceros, pero la Liga fue bastante buena. Yo empecé a los 14 años en el mundo del deporte, haciendo atletismo en el club 'El Bellotín', en Zafra y allí conocí a Mari Ángeles que es la entrenadora y la que me ayuda siempre y me apoya cuando estoy de bajón. Gracias a ella empecé con la Selección extremeña de parálisis cerebral.

—¿Qué importancia tienen sus padres de cara al fútbol?

—Mis padres son muy importantes. Sobre todo por su apoyo. Para desplazarme a Cáceres me llevan a  Zafra, a 40 kilómetros de mi casa, para coger el autobús y después de vuelta me vuelven a recoger.

—¿Quén es su ídolo en el deporte profesional?

—Desde pequeño siempre me ha gustado Bodo Illgner.

—Un sueño para el futuro

—Me gustaría que nuestro fútbol se pudiera dar más a conocer y que los equipos profesionales apostaran más por nuestro fútbol. Tener más apoyo que ahora mismo.